Las fiestas de Sant Antoni de sa Pobla empezaron ayer oficialmente con la elección del ‘clamater’, uno de los protagonistas de las fiestas, que recayó en la agrupación de Geganters de sa Pobla.

Por primer ver el ‘clamater’ será una entidad y no una persona individual. La Obreria de Sant Antoni avaló la petición popular de que los Gegants ostentaran este honor.

La tradición del ‘clamater’ se remonta a 1643. Durante las completas de aquel año, los ‘poblers’ se pusieron a gritar ‘Visca Sant Antoni’ dentro de la iglesia y este acto popular espontáneo se fue convirtiendo en costumbre hasta que fue eliminado en 1920 por imposición eclesiástica, alegando que se producía desorden en el templo. Fue a partir de 2002 cuando Alexandre Ballester propuso la recuperación de la tradición mediante la figura del ‘clamater’, que terminadas las completas proclama ante un emocionado público el grito de ‘Visca Sant Antoni’.

Los actos oficiales se iniciaron con la procesión del ‘Novenari de Sant Antoni’ y posteriormente en la Iglesia de Sant Antoni Abat se celebró la Novena de Sant Antoni, que se realiza del 7 al 15 de enero. Una hora después se convocó la tradicional reunión de la Obreria de Sant Antoni con el rector de la localidad, Felip Díez, y el alcalde Biel Ferragut para tratar los aspectos tradicionales de las fiestas y elegir al ‘clamater’ de este año, un trámite siempre rodeado de hermetismo hasta el anuncio oficial.

Durante esta reunión también se efectuó el sorteo para elegir a los tres demonios del Ayuntamiento, que formarán parte de la ‘colla de dimonis’ de 2019. El acto cuenta con la actuación de la escuela ‘Festa de sa Ximbomba’.

Posteriormente se celebró el VII Memorial Toni Socias Teuler’, con torrada popular, glosas y ximbombada en la plaza de la iglesia. Este año acudieron más glosadores que en pasadas ediciones.

Durante la jornada de ayer también se llevó a cabo la bendición de los escapularios realizados por la asociación Es Grif. El párroco de la localidad acudió al estudio de la asociación donde todos los presentes se realizaron la tradicional fotografía. Este año los escapularios presentan la imagen de un molino, realizada por el pintor Pep Cirer.