Unas 30 personas demostraron ayer su valentía, sobre las 12 del mediodía, en la playa de la Colònia de Sant Jordi (municipio de ses Salines.

Jóvenes y adultos no dudaron en lucir bañador y como si de pleno agosto se tratara desafiaron al agua fría y a la resaca habitual de Nochevieja.

En el paseo marítimo, a dos pasos de la zona portuaria, no faltó público curioso, sorprendido por el coraje de los nadadores en el estreno del 2018.

El ayuntamiento de ses Salines promocionó así el acto: "Empieza el año con energía renovada, ven y atrévete a darte el primer baño del año!". Ana Peralta, presidenta de la Junta de Distrito de la Colònia y concejala y teniente de alcalde en el consistorio saliner, consultada por este diario expresó su satisfacción por la consolidación de este primer capfico. Al final se invitó a los participantes a caldo, chocolate o café con leche.

También en otros arenales

El primer baño también tuvo ayer otros lugares principales en la isla, aunque no hubiera carteles publicitarios. Es el caso de la playa de sa Ràpita, en el municipio de Campos, donde se pudo ver a un considerable número de personas en el agua. Sopló un poco viento pero el sol era radiante.