Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Lletra Menuda

Mantener el patrimonio y el culto

Hay un denominador común en el día a día de la mayoría de las iglesias de Mallorca. Son templos que, por causas que ahora sería extenso analizar, en los últimos tiempos han visto reducida de forma drástica el número de fieles en un marco de alto valor patrimonial, religioso y cultural que resulta muy difícil mantener.

Se debilita la estructura humana y se resienten los cimientos desangelados de unos complejos que, en muchos casos, la desamortización de Mendizábal obligó a deshabitar. Era el caso del convento de los Mínimos, en Campos. Uno más. El templo ha estado cerrado casi diez años por incomodidades y riesgos estructurales. Ayer volvió a recuperar el culto. Hacerlo, hoy, responde más a un simbolismo que a una necesidad religiosa, pero también es la expresión elocuente de que la gente sigue considerando como propio el edificio singular que ha visto toda su vida, con el que ha crecido y se ha identificado. Esto explica también que la rehabilitación de la iglesia de Sant Francesc de Paula de Campos haya sido posible en gran medida con actividades y aportaciones realizadas por los vecinos. A su lado queda todavía mucho edificio de responsabilidad municipal por dotar de nueva vida. Es una lástima que estas cosas siempre dependan de la buena voluntad y de la sensibilidad de la gente. Se impone un plan estratégico, entre la diócesis y el Govern, para mantener el patrimonio religioso de Mallorca.

Compartir el artículo

stats