Un año más, la céntrica plaza Espanya de Llucmajor acogió las Campanades dolces, un ensayo en todo regla de Nochevieja, eso sí, con gran protagonismo infantil y juvenil. En esta ocasión acudieron más de 300 personas y se agotaron las bolsas de cotillón preparadas por el consistorio. En lugar de uvas se devoraron golosinas de colores. A diferencia del pasado año, esta vez no se ofreció la posibilidad de un brindis 0.0 con champán infantil, al considerar más adecuado no incitar al consumo de bebidas, aunque ésta fuera sin alcohol, entre los más jóvenes. Tampoco faltó una bienvenida por parte del Ayuntamiento, ni la música e incluso un photocall. Se habilitó un servicio de bus gratuito para facilitar el transporte. En la misma jornada hubo también relevo de quintos 97/98. El programa de fiestas navideñas destacaba a su vez el entretenimiento infantil, baile deportivo, cartas al paje real, clown, Christmas LEGO y presentación de un libro.