El ayuntamiento de Felanitx, dirigido por el Bloc, El Pi y PSOE, no consigue impulsar uno de sus proyectos estrella de esta legislatura 2015-2019. La ambiciosa Deixalleria, una especie de punto verde ampliado con más y mejores prestaciones y finalidad social expresa, ha topado con MAC Insular, la empresa concesionaria del servicio público de gestión de los residuos de construcción, demolición, voluminosos y neumáticos fuera de uso de Mallorca.
El alcalde, Joan Xamena, y el regidor de Medio Ambiente, Colau Barceló, ambos del Bloc, consultados ayer por este diario explicaron que "MAC Insular recurrió al Tribunal administrativo central de recursos contractuales, el TARC, vinculado al Gobierno, remarcando sus competencias en la isla, su monopolio, advirtiendo de que el consistorio podría estar excediéndose de sus funciones con este proyecto de Deixalleria".
Así las cosas, el Ayuntamiento está pendiente de un pronunciamiento del TARC para saber si puede o no adjudicar el proyecto previsto en el polígono de Son Colom o si debe realizar cambios en el pliego técnico y de condiciones.
En el pleno de anteayer, celebrado en el consistorio felanitxer, el pacto dio cuenta de la resolución del TARC de medidas provisionales consistentes en la suspensión del procedimiento de contratación reservada de la concesión del servicio público de redacción del proyecto ejecutivo y constructivo de la Deixalleria, gestión y explotación de la misma y del resto de Parcs Verds del municipio, así como la recogida de residuos voluminosos domésticos en la modalidad puerta a puerta del municipio.
Sorprendente ausencia
Curiosamente, antes de las medidas fijadas por el TARC, ya expiró el plazo para la presentación de ofertas de empresas. Y se da el caso de que no se presentó ninguna, quedando desierto el concurso. Los gobernantes reconocen su sorpresa pues se trata de un ambicioso e ilusionante proyecto, que se pretendía adjudicar a entidades de inserción social y del llamado ámbito del tercer sector, como pudieran ser Deixalles (que precisamente desde hace años ya trabaja en la ciudad de Felanitx), Aproscom, Estel de Llevant o Amadip, entre otras.
Xamena y Barceló admiten que su deseo es que esta Deixalleria entre en funcionamiento cuanto antes. No en vano recuerdan el "dineral" que representa desde hace décadas la gestión de los residuos y consideran que la nueva Deixalleria "mejoraría mucho la situación, representaría una gestión más moderna y europea, eficaz, se seleccionarían y tratarían todo tipo de residuos, habría una gran diversidad de contenedores de todo tipo, se ampliarían los horarios y las frecuencias, etc.".
En esta línea, el tripartito de gobierno defiende que la Deixalleria "es más necesaria que nunca". De hecho, en los últimos lustros, los vertidos ilegales, con grave acumulación de escombros, voluminosos y restos varios contaminantes en suelo rústico, ha encendido las alarmas. En el punto de mira, como en la práctica totalidad de municipios, las elevadas tarifas de MAC Insular, muy cuestionadas por vecinos y empresarios.
Varias soluciones
En función de lo que dicte próximamente el TARC, Xamena y Barceló siguen apostando por una gestión de una entidad social, de inserción laboral, sin ánimo de lucro, si bien ahora ya no se descarta la posibilidad de abrir el concurso a cualquier empresa en general u optar por una solución mixta.
En la licitación que se ha llevado a cabo, en la que no se ha presentado ninguna empresa ni entidad, se contemplaba una concesión por 20 años (prorrogable a partir de su finalización cada dos años hasta 30), a fin de que ésto supusiera una garantía para la adjudicataría, que debería afrontar una inversión inicial superior a los 500.000 euros. El consistorio abonaría a la concesionaria un canon fijo que el primer año sería de 40.000 euros; el segundo, 35.000 y el resto, 30.000. A su vez pagaría una cantidad variable de 57,56 euros más IVA por tonelada de residuo voluminoso recogido, y 106 por cada tonelada de residuos que entrase en la Deixalleria. El servicio sería gratuito para los residentes en Felanitx.
