La entidad que administra la finca de Ternelles, en el municipio de Pollença, ha informado al Ayuntamiento de que a partir del uno de enero todas las personas que soliciten permiso para acceder a la finca deberán contar con su autorización y no solo con el permiso del Consistorio, institución que desde hace años se encarga de recoger las peticiones ciudadanas de acceso.

De esta forma, la finca propiedad de la familia March quiere asumir la gestión de las visitas públicas, que a su vez entregará a la Fundación Vida Silvestre Mediterránea. Esta entidad privada tiene intención de programar las visitas con el acompañamiento de un guía.

El alcalde de Pollença, Miquel Àngel March, reiteró ayer que el Ayuntamiento defenderá su "derecho" a seguir gestionando las visitas públicas por el camino de Cala Castell porque así "lo han reiterado las diferentes sentencias judiciales", aunque admite que la entidad administradora de Ternelles "aplica una interpretación totalmente diferente" de los fallos de los tribunales.

March asegura que pondrá el caso en manos de los asesores jurídicos del Ayuntamiento para establecer los pasos a seguir, después de haber tenido conocimiento de que Ternelles está avisando por correo electrónico a todos los ciudadanos que ya cuentan con permiso municipal de acceso a la finca de que a partir de enero los permisos deberán tramitarse directamente con la administradora de la finca y no con el Ayuntamiento.

En este sentido, el alcalde reitera que la servitud de acceso al mar sigue siendo una competencia municipal y que el Ayuntamiento seguirá dando permisos a la gente que lo pida en los meses venideros.