Los problemas, y consecuencias, que provocan la noche calvianera vuelven a estar de actualidad y los datos son esclarecedores: 28 de los 64 prostíbulos que hay localizados en Balears se encuentran en Calvià. Una cifra que ha sido desvelada por el teniente interlocutor de trata de seres humanos de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial (UOPJ), Manuel Martínez Palomo durante unas jornadas celebradas ayer en Palmanova en las que se debatió extensamente sobre “esta lacra social”. Así la definió el alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez, quien además destacó que “se debe acabar con esta imagen del municipio”.

Según apuntó Lluís Ballester, profesor de la UIB y miembro del grupo de Estudio de la Prostitución en Balears, Magaluf encabeza la lista de locales de alterne en el municipio con un 98,4%, seguido de Santa Ponça. Así lo estiman los resultados obtenidos después de realizar un diagnóstico exhaustivo sobre la prostitución en Calvià durante los últimos años.

Aumenta la prostitución

Durante el acto, al que asistieron un centenar de personas, Ballester detalló que entre julio y septiembre de este año la policía ha detectado 700 casos de explotación sexual. “Unas cifras escalofriantes que han aumentado durante los últimos tres años”, continuó. Crece la prostitución en el municipio pero con un matiz: disminuye la práctica de sexo en la calle. El profesor de la UIB valoró estas conclusiones negativamente porque “la prostitución en pisos es más difícil de controlar”.

El estudio también ha concretado el perfil del prostituidor. “Son mayoritariamente jóvenes británicos que acuden solos a los prostíbulos, y que piensan que Calvià es la ciudad sin ley y que pueden llevar a cabo este tipo de prácticas sin sanciones”señaló Ballester. Por otro lado, el profesor de la UIB analizó el perfil de las víctimas. “El 58% de las mujeres son jóvenes de entre 18 y 29 años y el 44% son nigerianas”.

Otra cuestión destacable es el crecimiento “desmesurado” de la prostitución a través de internet. Según explicó el profesor, en tan sólo un mes habían detectado 119 anuncios en Calvià. “Las redes se han convertido en un escaparate para las mujeres donde se fomenta esta práctica y pone en peligro a las víctimas ya que en muchos casos muestran su rostro” declara el profesor.

Pese a las cifras, Calvià es uno de los municipios que más esfuerzos ha dedicado a perseguir el fenómeno de la prostitución callejera. Desde el Consistorio, el pasado año pusieron en marcha una nueva ordenanza civil que multaba con hasta 1.500 euros las relaciones sexuales en la calle, e incluso se llegó a intentar la vía penal para acabar con esta práctica.

Por su parte, la Policía Local también ha ejecutado operaciones contra establecimientos en los que se explotaba a mujeres. Solo el pasado mes de julio se decretó el cierre de cinco locales que se dedicaban a esta práctica. Las fotografías que se difundieron mostraban las precarias condiciones de seguridad e higienes de las dependencias.

Desde la organización Metges del Món destacan que durante este verano el número de víctimas atendidas no ha variado respeto a otros años. “Sólo se ha detectado una reducción considerable en la calle durante el mes de octubre y el cierre de clubes para el final de temporada”, concluyen. Para poner fin a este práctica, la organización reclama que se pongan en marcha campañas que conciencien a la sociedad en general.