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Medio ambiente

La posidonia como aliada invernal

El departamento de Turismo de Manacor pone en marcha un proyecto de protección que, si funciona, se implantará en el resto de playas

Operarios de playas trasladan y colocan la posidonia.

Sacar rendimiento a las algas, dejar que la posidonia sea la barrera protectora natural para evitar que una playa pierda su arena. Lo que parece a simple vista sencillo, es algo poco habitual: transportar los restos acumulados durante los últimos meses desde la parte trasera del arenal de Cala Murada, hasta la orilla para tratar de perder la mínima arena posible durante la temporada baja. Tan sencillo como innovador.

"Este año, por primera vez, hemos utilizado esta planta marina acumulada durante el verano para que la playa se regenere y no pierda arena con los temporales característicos del invierno", explica la concejala de Turismo del ayuntamiento de Manacor, Antònia Llodrà. De hecho "mediante las encuestas de valoración que recibimos de parte de los turistas que visitan nuestra costa, teníamos constancia de algunas quejas por la reducción de la arena en la playa de Cala Murada. Por eso hemos iniciado este proyecto", concretan desde el departamento de Turismo.

Las tareas, que han durado cerca de una semana, han sido realizas a través de la entidad Estel de Llevant y han consistido en trasladar la posidonia hasta la orilla de mar, para permitir por un lado que fije la arena, pero también para que sirva de refugio a pequeñas especies de peces. El objetivo es que los restos vegetales funcionen como protección para la playa y contribuyan a su regeneración. "Es un proyecto que tenemos que evaluar, pero que pensamos que es una buena opción para ayudar a preservar el resto de playas turísticas del municipio", añade Llodrà.

Pero el proyecto, a su vez, también ha permitido recuperar la parte trasera de Cala Murada. "Ahora en el lugar donde se acumulaban los restos de posidonia hay más arena porque parte de la planta marina se ha descompuesto; por eso podemos decir que hemos recuperado este espacio cercano a la torrentera que ahora todo el mundo puede aprovechar".

Esta actuación se enmarca en un modelo de gestión de la posidonia sostenible con el medio ambiente para impedir la retirada generalizada y sistemática de sus restos. Hay que tener en cuenta que la playa de Cala Murada se encuentra en un entorno declarado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y los restos de posidonia no pueden ser gestionados como un residuo, sino como un elemento más del sistema dunar de la playa que es indispensable para mantener su equilibrio.

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