Lloseta ha experimentado una mejora sustancial en la reducción de la basura para incineración. Evidentemente esta reducción es fruto de un aumento del reciclaje. Los cálculos de la mancomunidad del Raiguer (que gestiona la recogida en Lloseta) indican que la basura que va a la incineradora ha pasado del 60% al 44% del total, lo cual supone una reducción del 16%.

La fracción orgánica de los residuos ha pasado del 19% al 29%, siendo la mayor de las subidas, con un 10%. La recogida de envases, del 7% al 10% del total. La recogida orgánica ha subido del 7% al 9% del total de residuos. Finalmente, el papel y cartón han pasado del 7% al 9% del total.

El buen resultado que está obteniendo el municipio "sin duda posibilitará que en un futuro no muy lejano se pueda reducir el coste de la tasa de basuras a los vecinos", indica el responsable municipal Joan Servera. El concejal achaca parte del éxito a "la buena gestión que se hace en zona rústica". Con anterioridad se efectuaba una recogida tradicional, con contenedores situados en caminos. No obstante el equipo de gobierno de decidió hace ya un tiempo sustituir los contenedores por un servicio pormenorizado que efectúa el propio consistorio mediante un camión y personal municipal.

De esta forma se ha conseguido que en la zona rural "también se haga reciclaje y se eviten un montón de toneladas de basura orgánica, por ejemplo, se vayan a incineración, como sucedía antes", dice el concejal.

Pero Servera también tiene claro que los vecinos de la zona urbana se han concienciado y reciclan más. "Se han hecho campañas informativas y ahora estamos llevando a cabo actuaciones disuasorias, explica. Se han confeccionado unos carteles explicando los horarios y los días en que deben sacarse a la cale las diferentes fracciones. Además se han activado los expedientes por infracción que ha ido detectando la Policía Local.