Lo cierto es que no sé qué es más conocido si el Puig Major o la galletas de Inca. Algo así debió pensar mi querido amigo Grant Asley cuando se decidió a sacar la fotografía que ilustra este comentario. Hermosa imagen, por cierto; poética como ella sola, y que aúna dos de los iconos más representativos de esta tierra mallorquina. ¿Qué mallorquín no sabe qué es el Puig Major? ¿Y quién, ya no de mallorca sino de muchos otros lugares, no ha probado nunca una de nuestras deliciosas galletas? El objetivo de Grant se empeñó en inmortalizar su unión y, usando como pedestal el penyal del Mijdia para una humilde, pero sabrosa, galleta la elevó a la inmortalidad junto a un fondo sin igual, el del guardián de Mallorca.
Ponerse guantes para abrir la clase de riesgos laborales
Queda prohibido reírse hasta el final. En el Centre Bit de Inca se están impartiendo clases de un curso oficial denominado Profesionalización de actividades de gestión del pequeño comercio. Para llevar a cabo clases prácticas se habilitó un aula con los muebles propios de un comercio. Allí se iban a demostrar, por ejemplo, los cuidados de seguridad e higiene que se deben mantener en el trabajo, etc. Sucedió que hace unos días acudió una profesora para impartir determinada clase, y para desarrollarla precisaba del aula habilitada. Monitora y alumnos se dirigieron hacia el habitáculo. No obstante, la entrada a dicho lugar se hallaba protegida por una cerradura electrónica. Para proceder a su apertura se necesitaba un código que no se pudo introducir porque alguien había retirado la pantalla con los números. En su lugar se observaban dos cables que debidamente manipulados abrían la puerta. La profesora compungida se negó a dar tal clase, y cariacontecida dijo, es que era una clase de riesgos laborales.
