El ayuntamiento de Sineu no se conforma con las dos visitas públicas anuales que el obispado de Mallorca se ha comprometido a autorizar en el antiguo Palau Reial, deshabitado desde que las monjas concepcionistas de clausura abandonaron hace un año , tras más de cuatro siglos de permanencia, por falta de vocaciones el edificio histórico que habían ocupado desde el año 1583.

El alcalde de Sineu, Miquel Gelabert ´Confit´ (Gent per Sineu), explicó ayer que existe mucha demanda entre los vecinos y también en los diferentes centros educativos para visitar un edificio "muy querido" en la localidad que, sin embargo, no todos los ´sineuers´ han tenido la oportunidad de visitar por el hermetismo que imponía la vida monástica de las monjas de clausura, a pesar de que está declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) y, según la ley, debería abrirse con frecuencia a las visitas públicas.

Por este motivo, el Ayuntamiento solicitará al obispado que permita abrir el Palau en más ocasiones que las dos comprometidas, aunque Gelabert precisa que la institución municipal "será prudente" y estará a la espera de que se materialice el anuncio realizado por el obispo Tastavull el pasado mes de febrero de que la Iglesia busca a una nueva congregación religiosa de clausura para que ocupe de nuevo las dependencias palaciegas.

En este sentido, diversas fuentes aseguran que el obispado tiene serias dificultades para encontrar otra orden religiosa que se comprometa a residir en el Palau sineuer.

El Ayuntamiento quiere llegar a un acuerdo con la iglesia de Mallorca para que a principios del próximo año se concreten con antelación como mínimo dos jornadas para que el público pueda visitar las dependencias del antiguo convento.

En el caso de que el obispado no encuentre una nueva congregación para que se haga cargo del Palau en un tiempo "prudencial", el Ayuntamiento insistirá para que el Palau pueda ser visitado durante más días de los previstos inicialmente. "También deberemos estudiar si el edificio pertenece definitivamente a la iglesia o bien revierte al Estado, por lo que solicitaremos ayuda a Patrimonio del Consell para determinarlo", apunta Gelabert.

La última visita pública autorizada al Palau se celebró a principios de noviembre, cuando 200 personas tuvieron la oportunidad de visitar el histórico edificio en diferentes turnos.