Hace décadas que Manacor no es, por desgracia, un ejemplo de limpieza vial. Más bien al contrario. Las frecuencias de paso para la puesta a punto de determinadas calles y zonas de las afueras de la ciudad son, en muchas ocasiones y por decirlo de forma suave, relajadas. Lo que hace que en lugares concretos prolifere la presencia de mosquitos y ratas de un ´bonito´ tamaño. Sucede por ejemplo en los alrededores del torrente, los multicines y hasta llegar a la rambla del Rei en Jaume. Si a un espacio descubierto y húmedo, le sumamos distintas basurillas y solares salvajes sin vallar, obtenemos una fauna casi de safari, con roedores avispados y mosquitos tigre que siguen picando a las puertas del invierno. Los vecinos sufren las consecuencias.
Minino esperando el tren
No sabemos si llegó a subirse al vagón, si el revisor pilló sus planes de huida o simplemente se quedó dormido plácidamente aprovechando el calorcillo de la estación de trenes de Manacor. Pasajero o no, su tranquilidad por los horarios era evidente.