Según explicaba ayer el conseller de Agricultura, Vicenç Vidal, el decreto surge de la necesidad de inventariar y proteger los recursos fitogenéticos baleares, y para desarrollar el marco normativo estatal de 2006, que insta a las administraciones públicas a promover el uso y la conservación de los recursos genéticos en peligro de desaparición, y facilitar a los agricultores la conservación, el uso y la comercialización de las semillas y las plantas.

"Si queremos unas variedades locales vivas, las tenemos que poder diferenciar del resto; hay que potenciar nuestra biodiversidad agraria". "Este decreto es un primer paso del borrador de la Ley agraria; de esta forma nos avanzamos y esperamos que sea una herramienta útil para que nuestras variedades tengan un futuro".

Entre los principales objetivos del catálogo está la creación de una base de datos de los recursos fitogenéticos agrícolas de las islas para impulsar su conservación, la caracterización y el fomento, así como la promoción del uso y la conservación de los recursos.