Trece alumnos con edades comprendidas entre los 6 y los 12 años son los componentes del primer Consell Municipal d’Infants de Binissalem, una iniciativa pionera en el municipio que pretende dar voz y voto a los ciudadanos más jóvenes para que expresen sus inquietudes sobre el pueblo que comparten y los proyectos que querrían ver realizados. Al menos una de sus demandas será cumplida por el Ayuntamiento a partir del próximo año.

Los niños y niñas participantes, alumnos de los colegios Robines, l’Assumpció y el IES Binissalem, se reunieron por primera vez en la sala de plenos el pasado 17 de noviembre para plantear sus primeras demandas al alcalde Andreu Villalonga. Antes habían sido seleccionados como representantes por sus propios compañeros de clase en una votación similar a la elección de los delegados de curso.

Previamente habían consensuado en sus respectivos colegios las propuestas que debían presentar ante el Consell dels Infants para que, después de un proceso de selección, queden solamente cuatro demandas que puedan ser asumibles para el Ayuntamiento. Las cuatro propuestas definitivas ya se conocen: la creación de un cine, la habilitación de un carril bici por el interior del pueblo, el aumento del servicio de limpieza y la programación de más actividades infantiles en las fiestas.

Los miembros del nuevo consejo infantil todavía tienen que celebrar dos plenos más antes de la finalización del curso. Durante estas reuniones se decidirá la propuesta definitiva que se planteará al Ayuntamiento para su cumplimiento. El alcalde Villalonga explica que las propuestas lanzadas por los niños y niñas son “muy razonables”. Antes de seleccionar las cuatro propuestas definitivas, el Consell Municipal dels Infants había debatido más de ochenta demandas procedentes de las aulas escolares. “La mayoría de las propuestas son muy coherentes y están muy bien desarrolladas”, apunta Villalonga.

Entre las principales demandas de los niños y niñas figura la construcción de un campo de rugby y otro de voley, una piscina climatizada, más rampas para los monopatines y también “más sombra en los parques” de la localidad. Otras propuestas están más relacionadas con las inquietudes propias de chavales de su edad, como la creación de un zoológico en Binissalem o la apertura de una tienda de una conocida franquicia de chucherías. El Ayuntamiento se muestra muy satisfecho con la iniciativa. “Ha sido la mejor experiencia que he vivido como alcalde”, asegura Andreu Villalonga.