El alcalde delegado de Caimari, Antoni Daniel Frontera, no pensó que se le iba a formar una pequeña revolución cuando decidió, hace unos días, colocar tres banderas en la Casa del Pueblo para que ondearan mañana durante la Fira de l´Oliva. El balcón del edificio sólo tiene tres mástiles y el concejal decidió colocar la recién estrenada bandera de Caimari presidiendo y luego priorizó la bandera mallorquina y la de las Illes balears por encima de otras. Frontera és de Arrelam, una formación cercana a Més i a los Verdes.

Así pues, no puso la bandera española en el balcón. Varios vecinos se apercibieron del detalle y empezaron los comentarios. No sólo la calle iba hablando de ello pues, en esta era digital, las redes sociales comenzaron a tomar el protagonismo registrando airadas voces.

Una de ellas rezaba: "Han quitado la bandera española de la casa del pueblo. ¡que vergüenza!". Y abundaba otra: "Me parece una falta de respeto absoluto, al igual que si sólo se hubiera colocado la bandera española obviando las demás. No sé de quién habrá sido obra y me gustaría pensar que no ha sido el alcalde de Caimari. En caso contrario pienso que debería ser consciente del cargo que ocupa y a quién representa. la figura del alcalde debería velar por los intereses comunes de todo el pueblo".

Ante la embestida, Frontera intervino personalmente en la discusión asegurando: "Creo que le estáis dando demasiadas vueltas. Con motivo de la feria se ha colgado la de Caimari, la de Mallorca, y la de Balears. Sólo tenemos tres palos y la del Estado ha quedado sin colgar. No le había dado tanta importancia; dada la festividad local opté por las de mayor proximidad".

Ante esta respuesta arreciaron las críticas por lo que el alcalde delegado decidió el miércoles por la tarde restituir la bandera nacional en lugar de la local, que se colocó a modo de damasco en el balcón. Frontera manifiesta que "se ve que con lo que está pasando en Catalunya la gente está muy sensible. Yo no quise ofender a nadie".