Propietarios de bares de Calvià han empezado a recibir esta semana notificaciones de multas por actas que se levantaron en el verano de 2016 por una instalación irregular de pantallas de televisión en las terrazas. Las sanciones ascienden en cada caso a mil euros, con la posibilidad de una reducción a la mitad si se abonan con antelación.

El origen de estas sanciones se remonta a una medida que implantó el Ayuntamiento el verano pasado, coincidiendo con la celebración de la Eurocopa, aunque se prolongó toda la temporada, que establecía restricciones para la colocación de televisiones en las terrazas, con el objetivo de evitar aglomeraciones en la vía pública.

La recepción de las notificaciones ha causado malestar entre algunos de estos propietarios por un doble motivo. En primer lugar, han expresado su extrañeza por el hecho de que el aviso les haya llegado tan tarde, ya que son el resultado de inspecciones que se hicieron en 2016.

Pero, sobre todo, se quejan de que, cuando se levantó acta en su momento, hubo casos en que los sancionados acudieron enseguida al ayuntamiento de Calvià a fin de regularizar la instalación de estas pantallas a través del correspondiente proyecto municipal.

"Afán recaudatorio"

"Dieciocho meses después, nos vienen las sanciones, 1.001 euros o, si pagas antes, 500 euros. Acompañan la sanción con una hoja de pago. Esto son malas artes del Ayuntamiento, que evidencian su afán recaudatorio. El Consistorio no reconoce que el sector regularizó la situación haciendo proyectos", se quejó ayer el presidente de Acotur, Pepe Tirado, quien cifró en siete los establecimientos multados de su asociación y en "30 ó 40" los sancionados en todo el municipio.

Tradicionalmente, el Consistorio calvianer establecía restricciones a la colocación de televisiones en las terrazas, con motivo de alguna importante competición internacional, como la Eurocopa o el Mundial de fútbol, en la que participase especialmente la selección inglesa, a efectos de evitar problemas de orden público.

El año pasado, coincidiendo con un verano en que se celebraba la Eurocopa de Francia, se aplicó esta restricción y se extendió durante todo el verano.

En ese momento, el alcalde Alfonso Rodríguez Badal (PSOE) justificó la decisión de que los televisores no podrían enfocar al exterior, sino al interior del local por la necesidad de evitar aglomeraciones en espacios comunes, como puedan ser las aceras o los paseos marítimos, para que la gente pudiese transitar con normalidad.

Rodríguez Badal enmarcó la medida en la voluntad municipal de "ordenar las zonas turísticas".

"No queremos que haya zonas alteradas por aglomeraciones", manifestó.