El Centro de Protección de Animales Domésticos (CEPAD) ha rescatado los cadáveres de una docena de vacas muertas flotando en el mar durante estos dos últimos años. Medio Ambiente baraja la posibilidad de que las reses puedan haber sido abandonadas en el agua desde barcos de transporte de ganado después de haber fallecido en la travesía, según han manifestado a Diario de Mallorca fuentes fidedignas.

Mateu Ginard, director general de Agricultura, manifestó ayer que "existen tres fuentes probables de donde pueden proceder: Mallorca, que no tiene incineradora de cadáveres de animales; Menorca, que si lo tiene; o de alguno de los muchos mercantes de transporte de ganado que hace la ruta desde Tarragona a Oriente próximo". El dirigente sostiene que no puede descartarse ninguna de las tres opciones.

Lo que parece descartable, en opinión de los técnicos del CEPAD, es de que se trate de algo fortuito, pues han detectado que se les han cortado las orejas a los cadáveres, con la presunta intención de hacer desaparecer el zarcillo donde el ganado vacuno lleva registrado su número identificativo. De esta forma es imposible saber a que explotación o propietario pertenece el animal muerto.

Han aparecido cadáveres flotando en Sóller, Calvià, pero en mayor número en Alcúdia y can Picafort.

Incinerar una res muerta en una explotación no es barato. En Menorca se cuenta con una planta que cobra a 0,80 euros el kilo; es decir, a 800 euros la tonelada. Eso supone que incinerar una vaca puede costar perfectamente unos 400 euros. No obstante, el director general de Agricultura precisa que "ese dinero no lo pagan los ganaderos porque existe un seguro que se hace cargo. El problema es que los seguros han subido mucho sus cuotas debido al encarecimiento de la incineración".

En Mallorca no hay una incineradora para cadáveres de ganado. Son Reus no está equipado para hacerlo y únicamente puede incinerar restos de matadero. Para ello, Tirme cobra 39,64 euros por tonelada -mucho más barato que en Menorca- pero se deben entregar los despojos descuartizados. La propuesta de tarifa para el año próximo es de 27,82 euros, por lo que todavía será más barato.

Ante las dificultades de los ganaderos para poder eliminar los cadáveres de sus reses fallecidas Medio Ambiente declaró Balears como zona remota. Eso significa que se permite enterrarlas en la propia finca pero bajo unas estrictas condiciones. Mateu Ginard indica que "existe un protocolo a cumplir como que no sea una zona vulnerable, que se utilice cal viva y otras medidas".