Artà ha reformado un inmueble municipal para transformarlo en una vivienda para familias en emergencia social. "Se trata de dar respuesta a aquellas personas que hayan sido desahuciadas y no tengan donde quedarse tras el desalojo", explica la concejala de Servicios Sociales, Aina Comas (Alternativa) de cuyo grupo ha partido la iniciativa. En ella podrán quedarse todas aquellas unidades familiares que derive la concejalía durante un máximo de seis meses, prorrogables a tres más.

"No es una vivienda social, sino un piso de emergencia hasta que encuentren una salida". Con la condición, además, de que siempre que puedan paguen un alquiler (de entre 150 y 300 euros) en concepto de mantenimiento y gastos mínimos del inmueble, situado en la calle dels Quatre Cantons.

Una obra de la cual el ayuntamiento de Artà ha pagado los aproximadamente 10.000 euros que ha costado la redacción del proyecto, mientras que el resto de la obra, más de 127.000 euros ha corrido a cargo del fondo de Cooperación Local del Consell de Mallorca.

En estos momentos los Servicios Sociales locales están redactando un reglamento de uso, similar a los de los pisos de emergencia que ya existen en Palma y Calvià. Comas espera que después de que el proyecto pase por el pleno de este mes de noviembre, la vivienda pueda empezar a funcionar en cuestión de semanas. Según los datos que maneja el consistorio artanenc, en 2016 fueron seis las familias del municipio que fueran desahuciadas, mientras que en lo que llevamos de 2017 ya han sido diez. Hace un año los Servicios Sociales dieron también seis ayudas para el alquiler (2.500 euros en total) que beneficiaron a 16 personas, mientras que también pagaron gastos de emergencia en luz y agua a distintos vecinos por valor de 1.789 euros.

A falta de acabar de amueblar la vivienda, de lo que se ha encargado Deixalles, el Ayuntamiento ya está estudiando la posibilidad de dar salida social a otras dos propiedades municipales.