El pleno del ayuntamiento de Sóller se reunirá este viernes en sesión extraordinaria para aprobar una modificación de la ordenanza fiscal que regula la aplicación del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) con el fin de reducir el coeficiente que sirve para el cálculo del tributo.

De acuerdo con la información que el equipo de gobierno ha remitido a los partidos de la oposición, el coeficiente de cálculo quedará establecido en el 0,75% del valor catastral frente al 0,81% que se viene aplicando en los últimos años. La disminución será, por tanto, de seis décimas respecto al valor actualmente en vigor.

La medida afectará a los bienes inmuebles que están ubicados en suelo urbano, en tanto que para los edificaciones en rústico el gobierno municipal no prevé modificar el porcentaje de cálculo que seguirá siendo del 0,90% del valor catastral.

Presión fiscal

La comisión informativa de Hacienda se reunirá hoy para que el concejal Josep Lluís Colom informe a la oposición de los cambios que prevé introducir para reducir la presión fiscal que supone el IBI para los contribuyentes del término Sóller.

La contribución urbana representa la principal fuente de ingresos para el ayuntamiento de Sóller en materia de impuestos directos. Para este año, se prevén unas entradas de seis millones de euros, de los que 5,5 millones los generará el IBI en suelo urbano.

Los ingresos por IBI se han disparado en Sóller al ritmo de un 10% anual desde que en 2012 entrara en vigor la revisión catastral. El proceso de actualización de los valores no concluirá hasta el año 2022.

El anterior gobierno municipal del PP aprobó la aplicación de un coeficiente reductor del 0,02% anual en el recibo del IBI que el actual gobierno del pacto dejó en suspenso tras su llegada a la institución municipal en el año 2015.

Coeficiente del IBI

Curiosamente la reducción que ahora aprueba el pacto situará el coeficiente del IBI en el mismo nivel que lo hubiera hecho de haberse seguido aplicando la propuesta del anterior ejecutivo municipal.

El ayuntamiento prevé de forma complementaria aplicar a partir de este año unas bonificaciones y subvenciones a determinados colectivos para mitigar el elevado coste que supone el pago de la contribución.

Estas ayudas pueden llegar hasta el 50% del recibo anual.