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Sa Fira des Dijous

La lluvia redujo el Dijous a la mínima expresión

Los mercados tradicionales se han vuelto un atractivo turístico y de ocio. Lo demuestra el hecho de que cuando caen cuatro...

Xisca, vendedora de flores, achicando agua de su toldo.

Los mercados tradicionales se han vuelto un atractivo turístico y de ocio. Lo demuestra el hecho de que cuando caen cuatro gotas los mercaderes no acuden porque saben que no habrá clientes. Hace años, más de cuarenta para ir precisando, los mercados semanales de muchos pueblos eran una necesidad. Lloviera o hiciera sol, los mercaderes acudían porque la población necesitaba surtirse de productos. Ayer, en Inca, el Dijous no fue ni la triste sombra de su otrora ganada fama. En la calle Major se instalaron la mitad de puestos y la fireta del Dijous sólo contó con dos artesanos.

No todos dejan de vender cuando cae la lluvia; que se lo digan a Karina Damianoff

Muchos mercaderes de Inca se espantaron ayer ante la lluvia que cayó con intermitencia hasta las 10. A las 12,30 comenzó a caer a cántaros y muchos vendedores como Kiko Oliva, de Inca, comentaban su decepción. No así otros, como Karina Damianoff, también de Inca, quien reconocía que ayer le fue muy bien. Debo precisar que la simpática Karina vende paraguas.

Mañana empiezan las tres ferias previas al Dijous Bo

Mañana comienza el mes grande de Inca, como lo definió el exalcalde Jaume Armengol hace años. La primera de las tres ferias previas al Dijous Bo abrirá sus puertas dedicando un gran espacio del centro de la ciudad a la tierra y sus productos. Las floristas coparán la calle Major, junto a viveristas y payeses. En otros puntos se podrán degustar vinos o productos veganos.

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