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La eficacia del servicio policial

El policia ideal es el que no topa con la necesidad de utilizar armas y se basta con su sola presencia para garantizar la seguridad propia y del contorno. Pero la realidad es cruda y llevar a la práctica este presupuesto idílico no depende solo del agente, sino que está condicionado en gran medida por el comportamiento de quienes necesitan de la intervención policial para desprenderse del incivismo y volver a la cordura.

Es en este delicado punto cuando se impone la siempre comprometida decisión sobre que método utilizar cuando se vuelve imprescindible reducir al violento o al mero borracho que no sabe quién es ni qué hace. En la costa de Calvià saben mucho de ello. Tanto que ya han acuñado el término hooliganismo. No es fácil actuar salvaguardando a la par los derechos elementales, la seguridad del agente y la del borracho fuera de la órbita, sin causar daños a ninguno de los involucrados.

Ciudadanos plantea llevar al próximo pleno de Calvià la regulación de las pistolas eléctricas por parte de la Policía Local. Entre los bastones que pueden causar fracturas, tanto a personas difíciles de reducir como a los agentes y las armas de fuego solo permitidas en casos de peligro extremo, las pistolas eléctricas se presentan a modo de solución con resultado de aturdimiento y mareo para el afectado. Pero tampoco son la panacea. Ha habido algunos fracasos sonados. Los sindicatos policiales han reclamado también la regulación de esta arma.

En el caso concreto de Calvià habría que tener en cuenta también el mercado turístico que se sigue contratando. Sin tanta facilidad y promoción de borrachera habría menos necesidad de pistolas eléctricas. El Ayuntamiento dice estar entregado a un cambio de modelo turístico. Sin duda es el arma más eficaz y menos peligrosa.

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