Como cada año los quintos y quintas del 45, conjuntamente con sus parejas, volvieron a reunirse en Monti-sion de Porreres para comer todos juntos y compartir unas horas de alegría y recuerdos. La tradición manda que antes de la comida se tiene que realizar una visita a la Mare de Déu y realizar una plegaria por todos los quintos y quintas ya fallecidos.