ARCA y el Grup d’Estudis de les Fortificacions de Balears (GEFB) han enviado sendos documentos tanto al Consell de Mallorca como al ayuntamiento de Capdepera, criticando el estado de abandono que sufre la atalaya de Son Jaumell, situada en el municipio de gabellí, entre Cala Mesquida y Cala Moltó.

“Este es un ejemplo más que evidencia la falta de conservación del patrimonio histórico de Mallorca, y que juega en contra de la imagen turística de nuestra isla y en este caso del municipio de Capdepera”, explican ambas entidades. El gran valor de la zona desde el punto de vista paisajístico, hace que cientos de turistas lleguen de excursión para disfrutar del litoral. “Desgraciadamente cuando llegan hasta ese punto, la imagen visual queda empobrecida por el estado de pésima conservación de la atalaya”, que presenta medio cuerpo de la torre derribado.

La torre está declarada como Bien de Interés Cultural (BIC), lo que obliga a su conservación y a evitar que desaparezca, “pero el Consell la ha dejado fuera del plan de restauración de torres de defensa”. GEFB y ARCA hace años que piden una intervención urgente en esta torre de defensa. De hecho, en 1996 el Grup d’Estudis de les Fortificacions Balears se prestó para colaborar con el consistorio, ante el anuncio de su posible restauración.

En 2011, ARCA ya denunció su pésimo estado, lo que no se ha traducido hasta el momento en ninguna intervención, “dejando que el bien cultural cada vez se vaya deteriorando hasta que el mal sea totalmente irreversible”.

GEFB y ARCA consideran que el estado de la atalaya está cercano al colapso, y que por tanto es “preocupante y de difícil solución”. Sin embargo se reafirman en que se debe intervenir para consolidarla de forma urgente.