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Porto Cristo

Historia de una iglesia marinera

Hasta 1965 no fue elevada a la categoría de Parroquia, pese a su dilatado uso como lugar religioso, que empezó en 1891 cuando terminó de construirse la primera capilla

Vecinos del puerto en el oratorio de principios del siglo XX.

La iglesia de la Mare de Déu del Carme de Porto Cristo, tal como puede contemplarse actualmente, apenas ha rebasado el medio siglo de existencia. Fue elevada a la categoría de parroquia el 16 de julio de 1965, siendo obispo de Mallorca monseñor Alvárez Lara, si bien sus orígenes datan de la última década del siglo XIX, según apunta Catalina Oliver Costa, autora de un detallado estudio sobre la historia del templo porteño.

El inicio de la historia de la iglesia "está indiscutiblemente ligada con el nacimiento de la Colonia del Carme", más tarde denominada Cala Manacor, después Port de Manacor y finalmente Porto Cristo. Y apunta que "en los primeros años de vida dispersa de los habitantes de la Colonia, uno de los lugares donde los campesinos acudían a misa era el oratorio de Son Tovell". Ya en 1890 el rector de Manacor comunicaba al obispo la constitución de una Junta de Obras con la finalidad de construir un pequeño edificio dedicado al culto.

El 2 de julio del mismo año 1890, el presidente de la junta de obras Antoni Ferrer Sunyer, se dirigía al obispado exponiendo que "mientras se edifique la consabida iglesia, puedan los vecinos de la misma Colonia asistir cómodamente a la Santa Misa, se ha preparado una hermosa y pública capilla que dotada de lo necesario para el Santo Sacrificio, desea se bendiga cuanto antes".

Aquí, pues, según Oliver, es cuando comienza la actualidad física de la parroquia del Carme, que en principio pasó a depender de la parroquia dels Dolors de Manacor. En 1891 aquella capilla estaba acabada y el 3 de diciembre, el rector Rubí hizo donación de un cáliz con pie de cobre y una copa y patena de plata.

Por lo que se deduce de la documentación y fotografías "se trataba de una construcción muy sencilla, de una sola nave longitudinal y una sola altura. No había capillas laterales, ni que se sepa, espacio marcado en planta para el presbiterio. El techo, a dos aguas, se sostenía sobre cerchas de madera cubierto por tejas. La fachada era igualmente, sencilla: una puerta de entrada adintelada, centrada, sobre la cual, imitando las grandes construcciones, se abría un pseudo rosetón; todo ello rematado por una espadaña", El primer encargado del oratorio fue mossèn Pere Josep Galmés, que el año 1900 mandó pintar algunos cuadros a distintos pintores, que representaban diferentes santos, algunos de los cuales todavía se conservan en la iglesia.

Según escritura notarial fechada el 24 de junio de 1908, el entonces alcalde de Manacor, Llorenç Caldentey Riera, cedía a la Iglesia de Mallorca un terreno para construir un templo de mayor capacidad, pues la primitiva capilla ya resultaba insuficiente, especialmente en verano, para albergar a todos los fieles que acudían a oír misa, obligando a muchos a situarse en la explanada existente enfrente de la fachada principal del templo.

Acabadas la obras de la primera ampliación, en el año 1913 la iglesia del Carme es elevada vicaria in Capite, independiente de Son Negre, y el primero de junio del mismo año fue nombrado vicario del Port Manuel Soto.

El continuo aumento de población y el hecho de considerarse Porto Cristo colonia veraniega, propiciaron, en 1916, que se estudiase la posibilidad de edificar una nueva iglesia, iniciativa que pudo llevarse a término gracias a un legado de Joan Amer y al impulso de Mossèn Antoni Maria Alcover, que participó en el diseño arquitectónico. Empezó a destinarse al culto el año 1922, sin estar del todo acabada.

Arquitectura interior

La iglesia propiamente dicha consistía en una nave longitudinal dividida en tres vertientes, empezando por la cabecera, que era plana. Su cuerpo era el que todavía puede contemplarse; se trataba de una nave única con capillas laterales a cada costado.

La nave central estaba cubierta por vuelta de cañón apuntada, al igual que las capillas laterales. Recibía y recibe iluminación natural a través de unos vitrales abiertos en las capillas que en la parte exterior del templo presentan unas aberturas alargadas verticalmente, agrupadas de tres en tres. Así quedaría la iglesia durante unos años, con un cerramiento provisional en la fachada principal, que unía la nueva construcción con el primitivo oratorio.

No se tardó demasiado en reiniciar las obras para el acabado del edificio y alargar la nueva estructura hasta los pies. No obstante, durante esta etapa constructiva tuvo lugar el desembarco en la bahía de Porto Cristo de las tropas republicanas comandas por el capitán Bayo y la iglesia no se libró de los efectos de los bombardeos.

Reinicio de las obras

El año 1944 murió el vicario Manuel Soto, pasando a ocupar el cargo mossèn Pere Gelabert, un hombre emprendedor y decidido, cuya primera acción dirigió a llevar a cabo el reinicio de las obras de la iglesia hasta su finalización. La nueva etapa constructiva comprendía la construcción del nuevo campanario, que finalizó en 1948, constando de una torre cúbica o cuadrangular de cuatro cuerpos, rematada con una cúpula piramidal. En la torre del campanario se instaló un reloj de cuatro esferas, obra de mossén Mateu Bosch Caldentey. El conjunto fue bendecido el 12 de abril de 1949.

Elevación del campanario

En 1957 se estaban realizando las obras de ampliación del templo hacia los pies que corrían a cargo del maestro albañil Joan Oliver Capellano y en 1958 se administraba el primer bautizo en la pila bautismal situada a los pies de la iglesia. El mismo año 1958, un rayo cayó sobre el campanario, desmontando el reloj que rodó cuesta abajo hasta la playa, tardando unos cuantos años a volverse a instalar. El año 1959 se dieron por terminadas definitivamente las obras y la ampliación fue bendecida por el obispo Enciso Viana.

Corría la década de los años 60 cuando Rafel Bargalló, un catalán residente en Porto Cristo hizo unos donativos para que se dotara al campanario de mayor altura; el cuerpo del reloj fue sustituido por uno de arcadas, sobre las que se coloca el reloj, volviendo a rematarse la torre con la misma estructura piramidal que ya tenía. Así, el campanario, con cinco cuerpos, llegó a alcanzar la actual altura.

Entonces se reparó el primitivo reloj y volvió a colocarse en el campanario, pero volvió a estropearse al poco tiempo y fue sustituido por uno nuevo fabricado en Valencia. Este último ha sido sustituido, hace unos meses, por un reloj electrónico fabricado por la compañía italiana Alfa-group, cuyo coste ha sido de 7.500 euros.

Nuevo ábside

Además también fue remodelado el ábside, optándose por un presbiterio de estilo más moderno, diseñado por el arquitecto Llorenç Ginard. Se construyó un ábside de forma semielíptica que ocupa el tramo de la nave central. El muro es de marés completamente liso, y la unión entre la nueva construcción con la antigua se hizo a través de un entramado de hierro y vidrio. En el centro se colocó una nueva imagen de la Virgen de madera policromada, obra del escultor Antoni Oliver Sitjar y que parece levitar debido a sus anclajes traseros.

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