Red Eléctrica de España (REE) ya está plantando sobre el paisaje las impactantes torres de alta tensión de entre 32 y 42 metros de altura que componen la primera fase de la nueva línea que debe unir la subestación de la ciudad de Llucmajor con la identificada como Cala Blava, aunque el edificio construido realmente se ubica en el Camí de s'Àguila, cerca del restaurante Cas Busso, donde finaliza este primer tramo que ha empezado a levantarse. Esta semana, operarios realizan labores de colocación de las grandes estructuras metálicas en las inmediaciones de la carretera de s'Estanyol, alzándolas con grúas una vez ya montadas en el suelo, habilitando a su vez bases con cuatro puntos de hormigón para sujetarlas al terreno.

Se trata de una línea de 66 kV de potencia (preparada para una futura explotación a 132 kV) y doble circuito, que tendrá una longitud total de algo más de 14 kilómetros (13,5 de ellos aéreos) y un presupuesto de 4,8 millones de euros. Las expropiaciones afectan a 104 propietarios correspondientes a 119 parcelas (esta primera fase). Torres y red que se anclarán en tierras básicamente de labor de secano, campos de almendros e higueras, según ha explicado REE. Este primer tramo acaba por cierto cerca del yacimiento prehistórico de Capocorb.

Según la empresa (en cuyo accionariado hay un 20% de participación estatal), se trata de un proyecto fundamental para garantizar el buen funcionamiento y la seguridad de la trama interior de la isla, para que en un corto espacio de tiempo vaya a 132 kilovoltios. La segunda fase, que ha de enlazar la mal llamada subestación de Cala Blava con la subestación de s'Arenal, constará en un principio de 62 torres. Las ZEPA contempladas por el Govern balear podrían provocar cambios.

Lo que, a todas luces, resulta evidente, es la transformación del paisaje. La subestación de la ciudad de Llucmajor se halla cerca del instituto y la carretera de Algaida, y las torres, junto a una línea eléctrica ya existente, revelan una altura gigantesca, llamando la atención con el Puig de Cura y el Puig de ses Bruixes al fondo.

A pesar de no haber aún el tendido, se observa como se atraviesa la carretera de Campos y la autopista, en dirección hacia la carretera de s'Estanyol y la Marina, donde también habrá pronto dos importantes parques solares.

Plataformas y asociaciones como Alta Tensió Llucmajor, Pus Esteses, GOB y Terraferida denuncian el cambio de fisonomía y los perjuicios sobre medio ambiente, patrimonio y fauna. Tachan el plan de desproporcionado. Un sinsentido, sentencian.