Los arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi abandonan entre hoy y mañana los trabajos de búsqueda de los restos de los cuatro vecinos de Campos asesinados y enterrados en octubre de 1936 en una fosa común del cementerio de Montuïri. Habrán sido prácticamente dos semanas de búsqueda infructuosa. Se han agotado los 16.000 euros previstos para sufragar la campaña de exhumación, que ha contado con varias personas voluntarias.

Manel Santana, director general de Participación y Memoria Histórica del Govern, lamenta que no se hayan encontrado los restos de Miquel Mascaró Ballester, Paes; Bartomeu Ballester Roig, Catoi; Joan Vidal Sansó, Apagafocs; y Jaume Puig Puigserver, Bestard o Retat. Tristeza y decepción, "sobre todo por sus familiares".

Cuatro han sido los principales puntos donde se ha buscado (en base a la información de historiadores, familiares y vecinos): zona ajardinada, área de la fosa séptica, detrás de un muro y en un pasillo. Han salido decenas de restos (hombres, mujeres, jóvenes y niños) ya que se ha excavado en el cementerio civil original creado en el XIX. Entre las hipótesis sobre el por qué no se ha hallado a los campaners, se comenta que al construirse la fosa séptica ya desaparecieran los restos. Otra posibilidad: que los huesos se depositaran en el osario de la parte nueva del cementerio. En definitiva, tal y como reconocen las partes: "Es un misterio".

Pintadas fascistas

Por otro lado, las personas que estaban llevando a cabo las excavaciones encontraron, a las ocho de la mañana de ayer, pintadas en la fachada del cementerio con referencias fascistas. Esvásticas, alusiones al Conde Rossi, a la Falange Española y un punto de mira.

El alcalde de Montuïri, Joan Verger, expresó su repulsa a los hechos "que no ayudan a la concordia social". Manifestó que "si es posible, a través de las cámaras, intentaremos averiguar a sus autores". El Ayuntamiento condenó los hechos anoche durante el pleno ordinario.

Ante esta falta de tolerancia, desde la conselleria de Cultura del Govern expresaron "la máxima condena y rechazo" a estos hechos. "También queremos reiterar nuestro compromiso con la memoria histórica, la reparación y la justicia", y anunciaron también que se seguirá trabajando "hasta donde sea necesario, para encontrar todas las víctimas desaparecidas en manos de los fascistas". Otras instituciones, entidades, formaciones políticas, etc., también criticaron estas pintadas en el camposanto.

Se da el caso de que la exhumacion de la fosa de Montuïri (tras las de Sant Joan y primera fase de Porreres) obedeció a que están vivos descendientes de primera generación de los fusilados. Según pudo saber ayer este diario, a iniciativa del ayuntamiento de Montuïri se propone sembrar cuatro árboles, a modo de memorial. Paralelamente, bajo impulso de la Comissió tècnica de persones desaparegudes i fosses, se colocarán placas en cada una de las fosas intervenidas, constituyendo así un espacio de memoria y reflexión.

En noviembre debe comenzar la exhumación de la fosa de Formentera y antes de expirar este 2017 se quiere definir qué hacer finalmente con la segunda fase de Porreres (no se descartan las expropiaciones si bien se aboga por el consenso con los propietarios de las sepulturas de la zona). De cara a 2018 hay varias posibles fosas candidatas, entre ellas las de Calvià, Sencelles y Alaró.