Ni barriles de cerveza ni salchichas ni codillos ni trajes típicos de Baviera. Santa Ponça no acogerá este año la Oktoberfest-la popular feria de la cerveza- después de que el Ayuntamiento y la empresa que había organizado las últimas ediciones no hayan llegado a un acuerdo sobre la ubicación del evento. La teniente de alcalde delegada de Santa Ponça, Nati Francés (PSOE), aseguró ayer que el Consistorio calvianer no cierra la puerta a que, en los próximos años, pueda volver a organizarse, buscando en todo caso la complicidad vecinal. En el trasfondo de esta situación, se encuentran las quejas que expresaron vecinos y comerciantes de Santa Ponça por el cambio de ubicación de la típica feria alemana, el año pasado.

Pinada de Santa Ponça

Después de unas ediciones de la Oktoberfest Oktoberfestque se habían celebrado en la pinada -una zona arbolada al lado de la playa grande-, en 2016 pasó a organizarse en uno de los principales aparcamientos públicos de la localidad, el anexo al polideportivo.

En aquel entonces, el Ayuntamiento lo justificó con el argumento de que el montaje de este evento suponía un impacto para la pinada, lo que perjudicaba las tareas de reforestación y recuperación de dunas que se estaban realizando.

El Consistorio argumentó entonces que el convenio con la organización, firmado en 2013 y que expiró en 2016, contemplaba la posibilidad de usar este aparcamiento como espacio alternativo. Una opción por la que se decantó la empresa organizadora, descartando otras propuestas hechas por la administración municipal, como la del recinto ferial de El Molino (en la urbanización Galatzó).

Falta de plazas

La elección del párking de Santa Ponça generó quejas de vecinos y comerciantes por la eliminación de un gran número de plazas de aparcamiento durante las semanas que duraba la feria, incluyendo además los días de montaje y desmontaje.

La zona en que se encuentra este estacionamiento presenta muchos problemas para aparcar. No abundan las plazas de estacionamiento, con el agravante de que, en este final de temporada, están aún más limitadas por la vigencia de la zona azul en primera línea.

Francés aseguró que, ante este malestar vecinal y en vista de que ya no estaban obligados por el contrato (ya expirado), se ofreció a la empresa la posibilidad de seguir celebrando la muestra de la cerveza en el recinto ferial de Galatzó, lo que no convenció a la compañía.

Según explicó la teniente de alcalde, se exploró también la posibilidad de que la Oktoberfest , pero no hubo una respuesta positiva por parte del sector turístico de este núcleo.

Cabe recordar que, en 2012, la fiesta de la cerveza se trasladó desde Santa Ponça a Peguera, después de que hoteleros de esta última localidad se quejasen de que algunos establecimientos turísticos habían recibido quejas de sus clientes por el ruido que causaba la Oktoberfest, donde suele haber música hasta la madrugada.