"¿Quiere que Cataluña sea un estado independiente en forma de república?... ¿Y Mallorca también? ", preguntan las papeletas del referéndum particular del bar Can Lliro, en Manacor. Una consulta que no deja de ser una reivindicación "del derecho de poder decidir libremente", explica Guillem Cànoves, propietario del establecimiento y gestor de la idea.

Hacia las once y media de la mañana de ayer ya eran 48 las personas que habían depositado su voto en la urna, situada encima de la barra, en un lugar preferente, junto al tirador de cerveza tocado con una barretina y un jarrón lleno de claveles rojos en señal de paz. "Los clientes están respondiendo muy bien y hay diversidad de opiniones", concreta antes de atender a varias preguntas: "¿Debemos escribir nuestro nombre?, ¿hasta cuándo podemos votar?, ¿todo el mundo puede hacerlo?".

Efectivamente todo aquel que quisiera podía emitir su deseo... y de hecho todavía puede, ya que el recuento, previsto para anoche a las nueve, se pospuso hasta hoy. "Hemos impreso un millar de papeletas para el referéndum, pero en caso de que lo necesitemos, podemos hacer más".

Lliro destacaba ayer el carácter festivo de la iniciativa y celebraba que "hasta el momento no haya venido ningún agente de las fuerzas de ocupación para impedir el voto". Cabe recordar que Cànoves ya se posicionó hace unos meses en favor de la independencia catalana al abrir un periodo para el apadrinamiento de urnas para enviar a la Generalitat, ante el veto del Gobierno español.