El alcalde de Mancor, Guillem Villalonga, ha remitido una carta al obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, en la que le solicita una negociación con la que llegar a un acuerdo amistoso y que se restituya la titularidad del pueblo de las dos plazas que rodean el edificio de la parroquia de Sant Joan Baptista. El Ayuntamiento aporta copias de dos documentos firmados por el administrador parroquial en 1989 y 1991 donde cede los terrenos para las plazas.

La discusión estriba en que el Ayuntamiento recibió el pasado 11 de septiembre una notificación de la conselleria de Presidencia del Govern en la cual se detallaban los bienes inmatriculados por parte de la Iglesia Católica en el municipio de Mancor de la Vall. El alcalde explica que su sorpresa "fue ver que entre ellos aparecen las dos plazas que rodean el edificio de la parroquia, una en la calle del Médico Josep Mateu, y la otra a la calle de Santa Llúcia. Estos dos bienes se inmatricularon en 2015 y en el registro municipal de Mancor no consta ningún documento en que se advirtiera de la intención de la Iglesia de adjudicarse estos dos espacios".

Desde la reforma de las dos plazas, una en 1990 y la otra el 1993, el Ayuntamiento siempre había dado por hecho que pertenecían al pueblo de Mancor de la Vall. Las dos reformas se hicieron con financiación del Plan de Obras y Servicios del Consell de Mallorca que en aquellos momentos ayudaba a la financiación de las grandes obras que los ayuntamientos llevaban a cabo en sus municipios.

Las características del Plan de Obras y Servicios decían que para financiar estas obras, los ayuntamientos tenían que ser poseedores de los bienes, o bien tener algún tipo de convenio en que se diga que son quienes tienen el uso de las instalaciones o terrenos, (cómo pasa por ejemplo en Mancor con los terrenos del Campo de Fútbol de Turixant, o el edificio de la Biblioteca Municipal).

El alcalde informa al obispo de que "desde la reforma, estas dos plazas siempre han sido reparadas y mantenidas en buen estado por el Ayuntamiento de Mancor de la Vall, quien de facto entendía que era el propietario".

La ley no obliga a los ayuntamientos a registrar las calles y plazas públicas por lo que no es preciso que lo haya hecho para reclamar la propiedad. Además, los documentos de cesión, firmados por el administrador Bartomeu Fons, indican que "se ceden los terrenos al Ayuntamiento".