Los naranjos plantados en Sóller y Fornalutx durante la pasada primavera han superado la fase crítica después de haber traspasado el primer verano durante el cual han arraigado en el terreno de los 70 huertos que se acogieron a la iniciativa. A tenor de los resultados, la campaña con la que se sembraron 1.675 árboles promete buenos augurios para dentro de tres o cuatro años en tanto que el 95% ha arraigado correctamente.

Así lo han constatado los técnicos de la cooperativa agrícola Sant Bartomeu, que en los últimos días han comprobado la evolución favorable de los cítricos sembrados durante la pasada primavera que ya alcanzan una altura que, en el mejor de los casos, ya se sitúa en los 1,5 metros. El presidente de la institución agraria, Miquel Gual, y el técnico fitosanitario Josep Mora han visitado las plantaciones de naranjos y limoneros que fueron renovadas en el marco de la iniciativa que promovió la entidad agraria Sóller.

De acuerdo con los primeros resultados que se han obtenido hasta ahora tan solo el 5% de los árboles han muerto, lo que para la cooperativa "son cifras que entran dentro de la normalidad para una replantación de estas características", explicó Mora.

Para el arraigo de los nuevos árboles, los agricultores han instalado sistemas de riego por goteo y regularmente han tenido que abonar la tierra para garantizar el correcto crecimiento de la planta. El regadío regular durante el verano es fundamental para que las plantas saquen raíz en la estación más árida del año.

Nueva campaña de siembra

En un plazo de entre tres y cuatro años los naranjos ya estarán en plena producción de cítricos y se calcula que cada árbol podrá dar un rendimiento de hasta cien kilos de fruto por temporada.