Uno de los actos más esperados de la fiesta des Vermar de Binissalem, el desfile de carrozas, se celebró ayer por la tarde ante una audiencia formada por centenares de personas que se concentraron a lo largo de todo el recorrido. El desfile de este año estrenaba itinerario, saliendo del polígono industrial para realizar una ruta por las calles más céntricas de la localidad antes de regresar de nuevo al punto de partida.

Un total de ochenta carrozas se habían apuntado este año al desfile, un número similar al de las otras ediciones. La temática era libre y se distribuyeron en tres categorías: tradicional, infantil y original.

Precisamente, la originalidad no faltó en la gran mayoría de composiciones, muchas de las cuales inspiradas en el mundo del vino, como no podía ser de otra forma en un municipio eminentemente vinícola como el de Binissalem.

Las referencias a la cultura popular y al trabajo de los 'vermadors' y 'vermadores' fueron muy abundantes. También destacó la elevada participación de niños y niñas en vistosas carrozas que fueron muy aplaudidas, como la que representaba el trabajo de la 'vermada'. Otras carrozas integradas por jóvenes incidían en otros temas menos relacionados con el sector vinícola, aunque igualmente originales. Los 'xeremiers' de Binissalem amenizaron un desfile en el que también se implicaron totalmente los miembros de la asociación de la tercera edad del municipio.

A partir de las 17,30 horas se abrió la XIV Fira del Vi en el Parc de la Rectoria, un evento que hoy volverá a ofrecer al público las principales novedades del sector vinícola local. Por la noche, la plaza de la iglesia fue el escenario de una multitudinaria verbena.