El área municipal de Policía y Tráfico se ha visto obligada a renunciar a uno de los dos coches eléctricos que había presupuestado debido a una imprevisión pues calculaba obtener mayores subvenciones.

Cada coche costaba 19.000 euros aproximadamente y el Consell concedía una subvención de 30.000 euros por municipio. El Ayuntamiento se arriesgó a solicitar dos vehículos pues confiaba en una subvención adicional de 8.000 euros de un plan estatal. Sin embargo los plazos del plan estatal vencieron antes de lo previsto y el Ayuntamiento no tenía disponibilidad presupuestaria para cubrir el total por lo que decidió renunciar a uno de los dos vehículos.

Antonio Aguilar, portavoz del PP para asuntos económicos (en la oposición), manifiesta que "es algo que puede pasar, pero si lo hubiéramos hecho nosotros nos tildarían de incompetentes, pues lo que ha ocurrido aquí es que además se ha perdido una parte de la subvención del Consell porque ahora sólo compramos un coche".

El edil critica que "hablan mucho de movilidad y de ahorro energético pero de momento dejamos de comprar uno de los dos coches eléctricos".

Por otra parte, el martes se puso en funcionamiento la zona azul que afecta al aparcamiento de Bisbe Cima y de la calle Garroves -unas 50 plazas-. El primer día la Policía colocó avisos a los vehículos que no exhibían el reloj o un papel con la hora de estacionamiento. Sin embargo ayer a las 11,30 horas, sólo dos coches del aparcamiento de Bisbe Cima lucían el reloj y no se habían colocado avisos ni sanciones.