Problemas de óxido en la vigas y en el motor que abre y cierra la cubierta de la piscina del polideportivo Guillem Timoner, y la posible demolición de la tribuna cubierta del campo de fútbol de es Torrentó de Felanitx, han hecho saltar las alarmas en el Ayuntamiento, que ya está estudiando cómo resolver con la máxima premura los imprevistos que afectan a dos de sus instalaciones deportivas con más usuarios.
Por un lado el área de Deportes espera que la ayuda económica solicitada al Consell de Mallorca, pueda sufragar parte de los aproximadamente 50.000 euros necesarios para la intervención de el techo retráctil de la piscina. "Es una instalación bastante antigua que necesita mantenimiento", explica el concejal Pere Cler; La cubierta tiene una triple estructura que en estos momentos debe manejarse a mano cada vez que queremos cerrar o abrir la instalación, puesto que el motor que la accionaba se ha averiado y hace que descarrile. Tienen que venir técnicos especialistas desde la península a arreglarlo".
Asimismo se aprovecharán dichos trabajos para hacer un tratamiento antióxido a todas las vigas metálicas de la piscina, lo que va a suponer que las instalaciones deberán permanecer cerradas durante aproximadamente quince días. "Todavía no sabemos cuándo será, pero enseguida que sepamos si Consell acepta ayudarnos, empezaremos", señala Cler, quien recuerda que durante los meses de verano han podido aguantar las humedades y altas temperaturas "gracias a la apertura de las puertas laterales".
El polideportivo que lleva el nombre del ilustre ciclista felanitxer Guillem Timonerfelanitxer, fue inaugurado en 1995. Poco después y justo al lado se construía la piscina cubierta, hace ahora quince años, tiempo durante el cual el mantenimiento ha sido más bien pobre.
El peligro de Es Torrentó
Otra de las prioridades deportivas es resolver qué hacer con la pared que separa la histórica tribuna cubierta del campo de fútbol de es Torrentó de la carretera a Portocolom. Y es que la estructura de la construcción se apoya en dicha pared, un trozo de la cual (de unos diez metros de longitud) está en mal estado y necesita una reconstrucción.
Un dilema que además cuenta con otro escollo añadido en forma de seguridad. Y es que la pared en conflicto, de ser derribada y vuelta a edificar, no podría ser restituida en el mismo lugar, ya que el departamento de Carreteras del Consell obligaría a un retranqueo por motivos de anchura de la carretera comarcal. Un extremo que no dejaría espacio físico para volver a levantar la tribuna de es Torrentó.
"El general la tribuna está bien, aunque necesita algunas reformas o volver a pintarla", recuerda Pere Cler, quien reconoce que el problema es el trozo exterior del muro. "Sería una lástima que tuviéramos que demoler la tribuna, porque los aficionados la tienen en alta estima. De momento no tenemos un proyecto concreto sobre la mesa".
Hace ocho décadas que la tribuna cubierta fue construida sin una base sólida, sino que se realizó un forjado aprovechando la pared preexistente de separación, que además lleva décadas soportando la gran red que impide que los balones perdidos vayan a parar a la carretera. Es decir que ambas estructuras, base y grada, están unidas.
