-¿Es usted un usuario habitual del ferrocarril?
-Yo soy de Algaida y el tren no pasa por allí, pero cuando puedo utilizarlo lo hago.
-Sinceramente, si usted no fuera parte interesada, ¿qué impresión se lleva como usuario del servicio ferroviario público?
-Pienso que desde hace dos años ha habido una cierta mejora y que queda mucho recorrido por hacer. Debemos ser críticos con esto. Es cierto que puede trabajarse más con el tren, pero creo que ahora estamos en una buena fase, con dos obras de electrificación en marcha que acabarán de aportar la calidad que piden los usuarios. Hay mucho margen de mejora, pero las cosas se están haciendo bien.
-¿Qué sería lo primero que mejoraría si solo fuese un usuario?
-Lo más importante ahora para mejorar el servicio es eliminar el transbordo para ir a Manacor o sa Pobla. Los trenes diésel no son tan fiables como los eléctricos y esto nos ayudará a mejorar los temas de puntualidad. Es cierto que en verano padecemos mucho en este sentido. Con la electrificación notaremos el 80% de los cambios de SFM.
-¿Por contra, qué aspecto del actual ferrocarril no cambiaría porque ya funciona de forma correcta, a su entender?
-Lo mejor, y está consensuado con mucha gente, es la constancia que tiene desde hace años. Es cierto que hay bastantes críticas tras una incidencia, pero las encuestas dan un buen nivel de satisfacción entre los usuarios. El tren está más valorado de lo que pueda pensar la opinión pública.
-¿Dónde están estas encuestas, las han hecho públicas?
-El pasado año hicimos una encuesta, que hicimos pública, que valoraba muy bien el tren tanto a nivel de puntualidad como de información a los usuarios. Y eso que cuando la hicimos el sistema de información todavía no era el que nosotros queríamos.
-¿Y ahora ya lo es? La falta de información a los usuarios es una de las críticas recurrentes de los viajeros y de las asociaciones de usuarios.
-Hemos instalado unos sistemas para mejorar mucho más la comunicación, creando un departamento en el centro de control, donde se ve el posicionamiento de los trenes y se detectan los retrasos, que envía cualquier incidencia al momento a las pantallas de los trenes y a megafonía. Antes no era así y había muchas críticas. ¿Se puede hacer más? Efectivamente. Hay una batería de propuestas. Queremos implantar un servicio de información a través de wathsapp que mejorará todavía más la comunicación en vivo. Estamos en el buen camino. La información se da en todas las pantallas y por megafonía. Si hay un retraso superior a los quince minutos se avisa.
-¿Ya han rebajado el precio del billete sencillo?
-Ya se rebajó a principios de junio, creo que cuesta 0,85 euros, pero no me sé todas las tarifas porque depende de los saltos. Hemos notado un incremento de viajeros desde que se ha bajado el billete sencillo. Era muy reclamado.
-También anunciaron que implantarían un sistema de tarjetas monedero que sustituirá a los actuales bonos. ¿Cuándo lo harán?
-Esto está relacionado con el Consorci de Transports y de las nuevas concesiones del transporte por carretera que habrá a partir de 2019. Es cierto que el objetivo es implantar la tarjeta monedero ese año. Nosotros somos un mero operador, el sistema tarifario corresponde al Consorci.
-Hace unos meses aseguraron desde la Conselleria que en septiembre se recuperarían todas las frecuencias que se recortaron en marzo con motivo de la falta de personal, pero finalmente no lo han hecho. ¿Por qué?
-En marzo había una situación conflictiva que venía de muy atrás. Es cierto que había déficit de personal que venía heredado. Debemos analizar de donde veníamos. Cuando entramos nosotros nos encontramos con sentencias que obligaban a readmitir a 33 personas que habían sido despedidas. Con la gente que quedaba mantuvimos las frecuencias, pero a costa de cargar de trabajo a la plantilla. Llega un momento que esto no se puede aguantar, es un pez que se muerde la cola. En febrero estábamos en una situación límite y decidimos, por seguridad, la reducción de frecuencias. Eliminamos los metros (M2) que hacen paradas entre Palma y Marratxí, para que los trenes que no hacían paradas en estas estaciones las hicieran. Esto provocó dos o tres minutos de retraso, pero el tren seguía pasando a la misma hora. Se ha mantenido el servicio y hemos incrementado viajeros. Los trenes iban más llenos, pero han seguido pasando. No hemos dejado a nadie en la cuneta. Además, ade marzo ya habíamos eliminado el primer tren exprés desde Manacor, que sale a las 6,59 horas, y ahora ya lo hemos puesto en marcha de nuevo.
-De acuerdo, ¿pero cuándo recuperarán el servicio anterior a los recortes?
-Hemos analizado qué viajeros padecen más, los de sa Pobla o los de Inca, llegando a la conclusión de que son los primeros porque ya tienen que hacer un transbordo en el Enllaç. Por esto hemos decidido recuperar progresivamente los M2 de sa Pobla y a medida que incorporemos nuevos maquinistas haremos lo mismo con el M2 de Inca. Solo queda este por recuperar, ya que el tren de Manacor tiene su propio M2 en Marratxí, que no se ha eliminado en ningún momento. El de Inca se recuperará cuando podamos, todavía no hay fecha, no queremos precipitarnos. Actualmente los trenes de Inca todavía paran en todas las estaciones entre Palma y Marratxí.
-¿Cómo va el proceso de formación de nuevos maquinistas?
-Va bien. Hemos completado una primera fase que hará que a finales de septiembre haya nueve maquinistas más en condiciones de conducir el tren.
-¿Cuántos hacen falta?
-Todavía se precisan ocho o nueve maquinistas más como mínimo, porque nuestra intención es aumentar frecuencias en el futuro. Ahora sacaremos otro proceso en octubre para incorporar estos ocho o nueve maquinistas. El acuerdo con la plantilla para desconvocar la huelga hablaba de 25 maquinistas, cuando la electrificación estuviera completada. De momento podemos incorporar nueve, y con siete u ocho más adelante no tendremos problema para mantener e incluso aumentar las frecuencias actuales.
-¿Los nuevos maquinistas salen de la actual plantilla?
-Es un proceso interno. Se les da una formación teórica que muchos ya tienen y después realizan formación práctica en la sala de simuladores y en los trenes, acompañados por maquinistas.
-¿Actualmente hay una paz real con la plantilla de SFM?
-En principio sí. Ha habido momentos de conflictividad pero ahora estamos en una situación tranquila y trabajamos conjuntamente para aumentar la plantilla.
-Muchos dicen que los trabajadores del tren son unos privilegiados porque cobran muy bien por el trabajo que hacen. ¿Qué piensa?
-Lo dicen las malas lenguas. Debemos pensar que tienen una gran responsabilidad. Es cierto que es un buen trabajo, pero si evalúas las responsabilidades, creo que están en el nivel correcto.
-¿Cómo avanza el proceso de supresión de pasos a nivel que anunciaron hace meses?
-Es un objetivo prioritario. En el convenio firmado con Madrid en 2008 había una partida de 20 millones de euros para suprimir la mayoría de pasos a nivel, aunque el anterior Govern dejó caer este convenio no sabemos por qué. Nosotros, con fondos propios ya hemos pasado a peatonal el paso a nivel de Verge de Lluc donde ocurrió un accidente hace unos meses. También hemos redactado el proyecto del paso a nivel de Consell y está en proceso de redacción otro muy peligroso: el que viene después de sa Farinera de Marratxí. También hemos eliminado pasos a nivel particulares. Iremos eliminando los más conflictivos.
-¿Se actuará en las estaciones?
-Estamos redactando un plan para reformar las estaciones que lo necesitan. En 2018 ya podremos licitar algunas obras.
-Hay muchas quejas por las conexiones entre el tren y el bus en algunas estaciones, como la de Alaró-Consell. ¿Qué ocurre?
-La coordinación es máxima y es buena. Cualquier modificación horaria se coordina rápidamente con el Consorci, que se encarga del TIB. A veces un pequeño detalle o fallo no tiene por qué afectar a la percepción del servicio. Movemos 292 trenes cada día. Es muy complicada la coordinación, pero tenemos margen de mejora.
-¿Cuántos usuarios tiene Serveis Ferroviaris de Mallorca?
-En un año son unos cinco millones de viajeros y diariamente son unos 17.000 usuarios que llegan a la estación intermodal. En el metro son menos, pero ahora ha mejorado la tendencia.
-¿Se ha incrementado el número de viajeros?
-Ha subido un seis por ciento, aproximadamente, en un año, entre enero y julio de 2017 en comparación con el mismo periodo de 2016.
-¿A qué lo atribuyen?
-Hay un mejor servicio y una mejor coordinación. Es cierto que hay margen de mejora y queremos llevar más gente. El metro también ha mejorado mucho porque está mejor coordinado con el tren. La bajada de tarifas también ha ayudado mucho.
-¿Las tarifas pueden reducirse más?
-Es un tema complicado, debe analizarse. Parece que no, pero bajar 10 céntimos desmonta gran parte del presupuesto. Debemos esperar el impacto que ha tenido la reducción del billete sencillo antes de tomar una decisión. Hay posibilidades de estudiarlo.
-¿Al menos puede comprometerse a no subirlas?
-Hay que recordar que las tarifas son una competencia del Consorci, pero creo que la política no es de subir tarifas en ningún caso. Si reducimos los costes de mantenimiento con la electrificación y reducimos la deuda...
-¿A cuánto asciende la deuda de SFM?
-Es una deuda muy elevada, de entre 200 y 300 millones de euros, que viene de las magníficas, entre comillas, obras del metro. Estas obras han hipotecado a SFM, que amortizará deuda hasta el año 2029.
-¿La electrificación avanza según los plazos previstos?
-Sí, la idea es que a finales de verano de 2018 estén completados los proyectos de Manacor y sa Pobla.
-¿Habrá que comprar nuevos trenes eléctricos?
-No. Las máquinas que tenemos pueden prestar el servicio. Ya se tuvo la previsión en 2007, una legislatura (segundo pacto de progreso) en la que se redactaron los proyectos de electrificación y se compraron los trenes. El anterior Govern (Bauzá) no ejecutó estos proyectos y optó por hacer una vía verde. Nosotros hemos actualizado estos proyectos y con fondos propios, junto con fondos europeos, ejecutaremos la obra. Madrid no ha aportado nada.
-Hablando de herencias, ¿no cree que fue un error iniciar la prolongación del tren del Llevant antes de ejecutar la electrificación a Manacor y sa Pobla, que ahora ya estaría acabada?
-En aquel momento había un convenio firmado en 2008 que contemplaba una serie de redes nuevas que figuraban en el plan director sectorial de Transportes como la de Manacor-Artà y Alcúdia o el tren de la Badia de Palma. Nosotros intentamos cumplir con el convenio, pero en la anterior legislatura quedó parado.
-¿La prolongación del tren hasta Artà o Alcúdia está descartada?
-Ahora estamos elaborando un nuevo plan director que nos dirá las demandas existentes. En función de ello y si se reactiva el convenio, algo que hemos reclamado por activa y por pasiva, debemos tirarlo adelante. Debemos intentar que el tren llegue a Alcúdia o al Migjorn... El plan será el que marcará las necesidades.
