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Porreres

Bernat Xamena, el trompetista que se curó a través del deporte

Cuando tenía 20 años de regreso desde la escuela de música de Rochester (EE UU) comenzó a notar que al acercarse a la embocadura de su trompeta era incapaz de soplar con normalidad

Bernat Xavier tras terminar el sector de natación en una triatlón.

Bernat Xavier Xamena Vidal (Porreres, 21 julio 1976) es uno de los muchos músicos que ha dado la Filharmònica Porrerenca. Con solo ocho años ya formaba parte, junto a su trompeta, de la emblemática formación musical de 161 años de historia. Hoy es titulado superior.

Ya de joven empezó a despuntar. Prueba de ello es que a los 16 años pasó la prueba para formar parte de la Joven Orquesta Nacional, a los 17 de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears Ciutat de Palma, y a los 19 ya tocaba con la Orquesta Iberoamericana Cab-Unesco. Durante estos años quiso dar el salto para recibir una mayor formación y por eso se matriculó en la prestigiosa Eastman School of Músic de Rochester (EE UU).

Participó en algunos conciertos con la Orquesta Simfònica de València, la de Galicia, la Orquesta Sinfónica de Tenerife, con la Tokio Symphony Orchestra o con la del coro del Kirov. Es fundador del Quintet 5 de brass, y desde el 2006 forma parte de la Banda Municipal de Palma.

Los problemas

Hasta aquí todo muy normal y repleto de galardones. El problema es que Bernat Xavier, un día, regresando a Mallorca con poco más de 20 años y tras sus estudios en Rochester, se percató de que algo raro le estaba sucediendo. Algo le estaba dificultando e impidiendo la ejecución y práctica de la música con su trompeta.

El solo hecho de acercase la embocadura a los labios le provocaba toda una serie de tics que le impedían poder soplar en condiciones para sacar las notas del instrumento.

Tuvieron que pasar más de dos años hasta que descubrió, por terceras vías que lo que le pasaba es que padecía un trastorno psicoemocional denominado Distonía focal de embocadura. Según palabras del propio Xamena, en aquellos años aún era una enfermedad tabú entre los músicos y la causa mayoritaria del abandono de la práctica musical de los mismos. Durante estos años Bernat se refugió en la práctica de deporte sin ningún otro objetivo que descansar durante la noche.

En el transcurso de este período conoció al profesor y músico Joaquín Fabra, que es un gran conocedor del Síndrome Distónico, ya que también lo ha sufrido. Durante cinco años cada 15 días, Bernat viajó a Madrid para aconsejarse y asistir a las clases de recuperación. A su vez iba incrementado su intensidad deportiva, llegando a competir en las carreras ciclistas que se realizaban en Mallorca.

"El primer año de terapia fue muy duro y hasta que mi cerebro no entendió lo que me estaba pasando no empecé a recuperarme y a poder volver a disfrutar de la música."

El punto de inflexión lo puso la grabación del primer CD del compositor porrerenc, que escribió una obra para él y que lleva por título Començar de zero, y a su vez la invitación de la Tokio Symphony Orchestra para suplir al primer trompeta que había enfermado.

Mantenerlo a raya

Bernat sabe que el síndrome no está superado pero conoce que hay sistemas para mantenerlo a raya, y por esto se ha refugiado en su familia y en la práctica de pruebas deportivas como son el duatlón y el triatlón. Su última gesta ha sido la quinta posición en el mundial Powerman celebrado el 3 de septiembre en la ciudad suiza de Zofingen, en la que solo precisó de 8 horas 3 minutos y 47 segundos para recorrer 10 kilómetros corriendo, 150 en bicicleta y otros 30 corriendo.

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