El destello multicolor de los fuegos artificiales del pasado domingo fueron el punto y final de las fiestas del Rei en Jaume de Calvià, desarrolladas durante el mes de septiembre en Santa Ponça. Como es tradición, el día anterior -el sábado- se celebró un gran concierto en la plaza de la Pinada tras la batalla de moros y cristianosbatalla de moros y cristianos en la playa grande. Y también, como es tradición, la fiesta estuvo acompañada de una masa humana que, en algunos casos, contribuyó a dejar un reguero de suciedad de la que, días después, se siguen quejando varios propietarios de negocios; unas tiendas que vieron cómo sus terrazas se llenaban de envoltorios, vasos y platos de plástico de locales de comida rápida en lo que supone la 'cara B' de las verbenas masificadas.
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