La zona verde municipal situada junto a la Iglesia de la Mare de Déu dels Àngels en Cala Millor, ya por ubicación de difícil acceso entre una edificio sin terminar, el propio centro religioso y algunas casas unifamiliares, se está convirtiendo por la noche en un lugar poco aconsejable para pasear.

Desde hace tiempo el lugar se está degradando de cada vez más. Vecinos han pedido y siguen pidiendo más vigilancia policial para evitar que estos grupos de jóvenes que lo frecuentan por las noches, dejen de molestar al vecindario con sus ruidos, destrozos del mobiliario urbano o pintadas en las paredes. Además, los vecinos temen que la estructura inacabada del edificio vecino se haya convertido en un lugar de ocupas.

Desde el consistorio manifiestan que seguirán las vigilancias policiales, pero que poco se puede hacer, ya que cuando se sienten vigilados los jóvenes se desplazan a otros lugares. El Ayuntamiento está continuamente tapando las pintadas, aunque rápidamente vuelven a aparecer otras.

Algunas como estas últimas, aparecidas este verano, hacen referencia con mal gusto hacia la policia e incluso a la vecina parroquia. La situación de la zona verde, que se encuentra medio escondida entre edificaciones y un acceso difícil de encontrar, hace que el espacio no esté muy concurrido de visitantes, y sea de esta forma un lugar ideal para realizar las fechorías que tienen preocupados al vecindario. Algunos vecinos, que aseguran que cada vez son más, denuncian que también consumen drogas y alcohol, y demandan un control policial más eficaz.