El ayuntamiento de Felanitx no tiene intención de pedir a Ports de les Illes que retire el polémico proyecto del nuevo varadero previsto en sa Bassa Nova, en la zona del Corso de Portocolom. De hecho fue el propio consistorio quien pidió, hace ahora un año y medio, la intervención del Govern para tratar de solucionar el problema del actual varadero de la Capella, "que ocupa un espacio sensible sin ningún control y con coches y remolques aparcados durante días", explica el alcalde Joan Xamena.

Como Ports está obligado a tener un punto específico para el varado de embarcaciones, ambas instituciones consensuaron que la mejor zona sería la situada frente al hotel Corso. "Se trata de una explanada que no será ni asfaltada. El proyecto no supone un impacto ambiental y además hemos conseguido que sea la mitad del primer proyecto que nos presentó Ports", recuerda el primer edil, que cree que esta será la solución para cerrar definitivamente el espacio de la Capella y unirlo de forma eficiente a la plaza de Sant Jaume.

Este jueves, tras la reunión mantenida entre Ports y representantes de la plataforma Salvem Portocolom, contraria a la nueva infraestructura, la institución dependiente del Govern explicó que estaba dispuesta a renunciar al proyecto si así se lo pide el consistorio, consciente de que la demanda precisamente parte de la corporación municipal.

Salvem Portocolom, que el pasado domingo sembró un tamarindo en el nuevo espacio previsto en señal de protesta, ha venido calificando de "sobredimensionado" el proyecto de Ports, que prevé la construcción de un nuevo varadero, con una rampa de nueve metros y un aparcamiento con 60 plazas en sa Bassa Nova de Portocolom, con una superficie de más de 4.000 metros cuadrados. Lo considera "un paso más en la ocupación y urbanización del litoral y la pérdida de espacios públicos".

El proyecto está previsto cerca de la desembocadura del torrente, en la explanada ganada al mar en 2005 con las balsas de decantación de los lodos procedentes del dragado del puerto. "Lo lógico sería que volvieran a su estado natural", al ser una zona potencialmente inundable, según apunta Salvem Portocolom.

Aparcamiento y edificio

La nueva obra contempla un aparcamiento para coches y remolques, una rampa de más de nueve metros de anchura que permitirá, previo pago, el varado simultáneo de dos embarcaciones, y un edificio para cantina, baños, almacén de 36 metros cuadrados, rodeado por un porche de obra de unos 80 metros cuadrados, y una acera de cuatro metros de ancho con un rompeolas para protegerla de la erosión.