Parte de la galería inferior del colegio público Mestre Guillem Galmés de Sant Llorenç ha tenido que ser apuntalada ante el riesgo de que las grietas halladas a principios de esta semana pudieran afectar a la estructura del edificio. Una erosión del material que durante los últimos años ya ha causado varios problemas en otras dependencias.

Las grietas y los puntales, visibles también desde el exterior del centro, ya han causado nerviosismo entre algunos padres de alumnos que ven en ellas una amenaza para la seguridad ante el inminente inicio de las clases, previsto para este próximo miércoles, día 13. Consciente de este hecho, el ayuntamiento de Sant Llorenç se ha puesto en marcha para tratar de solventar cuanto antes el entuerto, antes de que centenares de alumnos empiecen el curso.

Tanto el alcalde Mateu Puigròs como la regidora de Educación, Alícia Duran, a instancias de la dirección del CEIP, han notificado el problema al Ibisec (delegación de la conselleria de Educación encargada de las infraestructuras), que se ha comprometido a mandar a sus técnicos lo más rápido que sea posible.

El material y la antigüedad

Según el consistorio, las grietas en los arcos y las columnas de las galerías del Mestre Guillem Galmés, son sobre todo debidas al material utilizado para su construcción, hace ahora cinco décadas. El marés no ha respondido de forma satisfactoria al paso del tiempo en determinadas zonas del edificio que requieren el soporte de mayor peso. De hecho, hace algunos años diversas columnas tuvieron ya que ser recubiertas con fajas metálicas ante problemas similares. Algo similar a lo sucedido durante el pasado curso, cuando determinados despachos también tuvieron que ser reforzados.

Este pasado lunes los responsables del centro vieron alarmados cómo durante los meses de verano se habían formado nuevas grietas en la parte inferior a una de las bóvedas de la galería, por lo que avisaron tanto al Ibisec como al Ayuntamiento, que envió a sus técnicos para que verificaran el grado de gravedad. Estos decidieron que lo más conveniente era apuntalar y vallar la zona para evitar posibles problemas de seguridad.

Cabe resaltar que el responsable del mantenimiento del edificio y de su gestión es la propia conselleria de Educación, por lo que el Consistorio no puede intervenir de manera directa en la obra.