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Medio Ambiente

S´Albufera: El patrimonio olvidado

Durante 20 años más de 1.000 trabajadores intentaron desecar 2.000 hectáreas de humedal - Los restos de aquella febril actividad humana de finales del siglo XIX permanecen medio derruidos en algunos parajes del actual parque natural

La historia de un proyecto con 1.500 trabajadores que durante 20 años luchan contra los elementos para desecar 2.000 hectáreas de humedal sería una materia prima excelente para una gran producción cinematográfica del género épico en algún otro rincón del planeta, pero este episodio se vivió en Mallorca, concretamente en s´Albufera, a finales del siglo XIX y el relato, lejos de las grandes pantallas, sigue siendo tema para voluntariosos investigadores que intentan recomponer un rompecabezas de documentos históricos al que le siguen faltando piezas. Si a esto le añadimos que el escenario de esta enorme obra hidráulica es una finca pública que es la mayor zona húmeda de la isla, parque natural desde hace 30 años y que cuenta con un centro de interpretación y unas instalaciones visitadas cada año por 120.000 personas, parece más sorprendente todavía que siga albergando un conjunto de elementos olvidados de valor etnológico y arquitectónico que servirían para crear una nueva ruta patrimonial que ayudara a entender un proyecto faraónico que cambió la vida a la zona norte de Mallorca cien años atrás.

Francesc Lillo es un apasionado de s´Albufera, lugar en el que ha trabajado y vivido, y del cual ha investigado durante décadas su valor etnológico y los elementos de gestión del agua que quedan como recuerdo del proyecto de desecación que ejecutó la compañía inglesa New Majorca Land Company entre 1863 y 1896. El investigador defiende desde hace años desde su web cronicadesalbufera.com que se debería promocionar y divulgar este patrimonio, pero ahora advierte que la situación de deterioro de muchas de estas piezas puede provocar que en poco tiempo desaparezcan buena parte de los elementos que permiten explicar la presencia inglesa en la zona y la posterior explotación agrícola que se llevó a cabo en estas tierras. Precisamente, las fotografías que publica en su página permiten verificar la evolución de edificios de la finca pública que en 2006 eran recuperables y que actualmente amenazan con caerse de un momento a otro.

La ruta empieza en Ca na Beatriu, dónde habitó Beatrice, nuera del propietario de la empresa, John F. Latrobe Bateman. Esta dependencia, en la que Lillo estuvo cuando en ella vivía el guarda de la finca, Llorenç Lloret, en los años 80, ahora está abandonada, sin puertas ni ventanas y con algunas cubiertas derruidas. Asegura que la recuperación de estas casas y su privilegiada ubicación permitirían albergar en ellas un nuevo centro de interpretación alejado del corazón del parque. El deterioro del inmueble se ha acelerado en los últimos diez años, como puede comprobarse en las fotografías de su web.

La Quartera es un espectacular edificio de propiedad privada, pero catalogado y protegido por el ayuntamiento de Alcúdia, en el que se almacenaba el grano. Era el principal granero de s´Albufera y cuenta con un edificio anexo que era la casa del guarda. Ambos volúmenes presentan muy mal estado y el almacén solo muestra los restos de las bóvedas de la sala principal. Ubicada en la zona de Ses Canteres -muy cerca de Ca na Beatriu-, fue uno de los edificios principales de ´S´Empresa´, nombre con el que se conocía a la compañía inglesa.

Muy cerca del acceso principal al parque está la Maquineta, que es el último resto de las bombas de extracción que vaciaban el humedal impulsando el agua hacia el canal que se dirige al mar. La máquina eléctrica sería de la últimas que se instalaron en los años 40 y es un ejemplo de la importante función de las bombas para la gestión del agua en la zona. Lillo explica que todo el engranaje de máquinas, canales y compuertas permite entender la perfección de un sistema que consiguió que s´Albufera fuera en aquella época una finca ejemplar a nivel mundial. La Maquineta está en una pequeña caseta abandonada y abierta junto a la carretera, de la que sale una tubería en muy mal estado.

La antigua fábrica de papel, sa Paperera, pasó a mejor vida en 1990, pero no fue por dejadez sino que fue derribada por el Govern para construir el edificio de oficinas e información del Parc Natural en uno de sus laterales. Desapareció de esta forma la nave industrial en la que desde 1917 se fabricaba papel de gran calidad aprovechando los recursos de la finca.

Junto a los restos de la papelera se ubica el taller y Cas Garriguer, y justo allí, junto al canal, descansan cuatro barcas construidas por mestres d´aixa para el Govern hace años y que ya no se pueden utilizar porque se han podrido. Lillo recuerda que cuando trabajaba en s´Albufera se encargaron estos ´barquets´ siguiendo el modelo de las embarcaciones típicas que se movían por el humedal, que permiten desplazarse en zonas complejas y de complicado acceso.

Can Blau es un edificio que forma parte de la finca del parque y que fue vivienda del guarda que se encargaba de controlar el paso de carros por la carretera y por el puente cercano. Lo que fue una casa despejada y con un gran porche alrededor -como se comprueba en las fotos históricas- ahora es prácticamente invisible. Cuatro paredes blancas aparecen sumergidas entre abundante vegetación y, de hecho, algunas ramas evitan que caigan los últimos restos.

Otro elemento destacable de la finca es el Canal de Riego, de 72 kilómetros de longitud, una acequia diseñada y construida en el proyecto original para abastecer con agua limpia distintas zonas de s´Albufera, serpenteando entre caminos, canales y parcelas cultivables. Lillo apunta que existe documentación de 1880 que la describe como el canal de riego más extenso del mundo.

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