Bernat Vallorí, histórico dirigente local del PSOE de Inca, liderará la candidatura de Ciudadanos en las elecciones locales de 2019. Fue secretario general y candidato en 1987 y tras ser concejal en varias ocasiones se retiró temporalmente. Su vuelta a la política en otra formación distinta viene marcada por "el giro del PSOE hacia el nacionalismo y hacia la radicalización de Podemos", explica.

Vallori se declara de "centro izquierda". Opina que el PSOE "debería haber buscado el centro izquierda porque en Mallorca, y en España, la mayoría de votantes son personas moderadas. Yo me fui cuando en Balears dimos un giro hacia los nacionalistas. Volví porque me pidieron que ayudara a Francina Armengol, y Pere Rotger nos quitó tres concejales con su discurso moderado".

Compromisos

El portavoz de la agrupación de Ciudadanos, que no tiene representación consistorial, indica que se decidió a regresar a la política activa "hace unos meses", impulsado por "la creencia de que Inca necesita políticos que piensen en la ciudad y no estén atados de manos por compromisos de su partido en Palma o en Madrid". En ese sentido critica "la ambigüedad del actual equipo de gobierno, al que se le tendrían que haber subido los colores con la cuestión de la Ronda Nord. Han visto como dos miembros del pacto se les rebotaban exigiendo el cumplimiento del compromiso, pero desde Palma hacen oídos sordos".

Para Vallori uno de los temas fundamentales de Inca es "la suciedad y la contaminación" y abundando en ello ha presentado una propuesta que el PP se ha comprometido a elevar al pleno. Vallori solicita la congelación de tasas e impuestos que afecten a vehículos y basuras pues opina que "no se están prestando los servicios de forma eficiente al ciudadano".

Dice que el Govern indicaba al Ayuntamiento que debía implantar medidas de movilidad en 2003 ante los elevados niveles de contaminación. "¿Cuál debe ser ahora ese nivel si el parque móvil ha aumentado y se siguen eliminando aparcamientos?", se pregunta.

El responsable de Ciudadanos propone "habilitar un gran espacio con una buena ubicación para construir un gran centro de recogida selectiva. El punto verde de Inca se ha quedado pequeño para la cantidad de residuos que produce la ciudad, tiene una mala situación, limitación de horarios, exigencia de empadronamiento, cupos por persona y día etc. El resultado lo vemos a diario: vertidos en muchas esquinas".