Con un éxito inesperado y con #modernamenttradicional como hanstag de sus creaciones ha conseguido que queramos llevar una ensaïmada en una camiseta o un pa amb oli en la carcasa del teléfono móvil. Busca temas tradicionales bajo una nueva óptica y los convierte en iconos juveniles. Nos recibe sonriente en su caravana hablando de su trabajo.
¿Catalina de Plaça o Catalina Guardiola?
Era joven cuando me independicé y justamente me mudé a un piso en la Plaza de Binissalem, ahí fue cuando mis amigos empezaron a llamarme Catalina de Plaça que lo sacaron de la típica canción popular. Después llegó la fiebre facebook y claro, no me puse Catalina Guardiola si no Catalina de Plaça. Y como no podía ser de otra manera también le puse Cata de Placeta a mi marca.
¿Cómo fue el camino para convertirse en fotógrafa?
Estudié el bachiller artístico porque desde siempre me ha encantado la pintura, de hecho, se me da bien y principalmente la realista. Era lo que me habían inculcado y, por eso, me fui a Barcelona a estudiar Bellas Artes. La verdad es que no me gustó, entre que me eché de menos y que era muy joven, decidí volver y estudiar fotografía en la escuela superior de diseño de Palma. No me arrepiento de haber dejado Bellas Artes, ya que si no hubiera sido así, a lo mejor, no estaría aquí. Cuando terminé mis estudios estaba viviendo sola y tenía que trabajar. Me acuerdo que lo hacía en dos o tres sitios a la vez y dejé apartado el mundo de la fotografía. Al cabo de un par de años empecé haciendo reportajes de boda, bautizos? pero como un hobby, la verdad que no me lo planteaba de otra manera.
¿Qué fue lo que le inspiró a crear "Cata de Placeta"?
Cata de Placeta se me ocurrió hace ya ocho años el día del firó de Sóller. Es una fiesta que me encanta, sobre todo por su organización. Me inspiré y como soy de Binissalem se me ocurrió hacer una foto con mi traje de payesa tendido y ponerla de foto de perfil de facebook durante las fiestas des Vermar. Mi idea era que cada una hiciera la suya con su propia ropa, pero me expliqué mal, y cogieron la mía. Pero claro, los chicos también quisieron la suya y tuvimos que hacer la versión masculina. De esto hace ya ocho años y todavía al ponerla tengo la misma ilusión. El año siguiente, antes de que empezara Sa Vermada, empecé con las fotos de Pagesos, quién quería venía a casa y le hacía la foto con el traje puesto, tuve que empezar a darles hora porque quería que fueran con luz natural, se apuntó tanta gente que hubo quién se quedó sin... Al final hice una exposición durante las fiestas. De aquí viene Cata de Placeta. Y aunque me inspiró el firó, fue el empujón y la confianza de mis amigos ya que desde el principio vieron claro que esto gustaría.
¿Se imaginaba el éxito que ha tenido?
No me imaginaba para nada el éxito que ha tenido esto. He dejado mi trabajo para dedicarme exclusivamente a mi marca. Tengo página web porque hay que tener pero la verdad es que las redes sociales me han ayudado muchísimo. Tengo más de dos mil seguidores tanto en Facebook como en Instagram y la gente me hace sus pedidos desde ahí. Todo está gestionado por mí, desde las cuentas, redes, colecciones, todo. Me muevo mucho, me gusta la gente artesana como yo y aprender de ellos. También me muevo en ferias y mercadillos para así darme a conocer. De hecho, me compré la caravana para tener una pequeña tienda y poder moverme más fácilmente.
¿De dónde surgió la idea de hacer fotografías de carácter mallorquín?
Me salía una idea y la probaba y si me gustaba el resultado seguía adelante. La idea era coger un tema tradicional y modernizarlo, hacerlo de tal manera que tú quisieras llevarla. De hecho, mi hanstag es #modernamenttradicional y es eso que quiero cumplir en todas mis prendas. Esta era la idea, y creo que lo he conseguido, o por lo menos la gente ha respondido muy bien y estoy muy contenta y agradecida por ello. Llevar tres espardenyes estampadas en una camiseta o un pa amb oli en la carcasa del móvil creo que es divertido.
