"El libro se dedica al juez José Castro. Un juez que nos da la esperanza de recuperar la fe en la justicia". Esta es la dedicatoria de El proceso, el nuevo libro del artista Rudy Schwizgebel (Suiza, 1949), residente en el pueblo de ses Salines desde hace décadas.
Gallinas, perros, zorros, cabras, ranas, topos, ratas... Acusados, jueces y otras múltiples personas implicadas en el famoso Caso Nóos protagonizan una fauna cómica y, al mismo tiempo, objeto de dura crítica social. Los titulares deintroducen unos dibujos que, sin duda alguna, invitan a reflexionar.
Una selección de 'nombres propios' que aparecen: Matas, Urdangarin, Cristina, Torres, Castro, Manos Limpias, Bernal, Bonet, Alía, Barberá, Ballester, Tejeiro, Horrach, Grau, Camps, Aguirre.
El autor explica que El proceso (título original alemán Der Prozess) es una novela inacabada de Franz Kafka, publicada de manera póstuma en 1925 por Max Brod.
Schwizgebel reconoce que el Caso Nóos, en su conjunto, "es bastante surrealista". En este sentido, denuncia que "en España, la corrupción es muy penosa" y "dentro del mismo proceso judicial hay cosas de locos; ¿cómo es posible que un fiscal, cuya obligación es acusar, salga defendiendo a la Infanta?". Apunta que, estadísticamente, la gran mayoría de casos de corrupción se concentran en un partido de derechas, el PP, por lo que sostiene que "puede que muchos de los políticos acusados tengan todavía encima el problema del franquismo".
Evitar posibles líos
A fin de no toparse con obstáculos, Schwizgebel contactó con Castro y le preguntó si podría surgir algún tipo de inconveniente con la publicación de El proceso. El conocido juez le contestó que no habría ninguna pega legal y le admitió incluso que la original obra le gustó mucho.
El autor está pendiente ahora de decidir si apuesta definitamente por la autoedición del libro o esperar a ver si alguna editorial, institución pública o entidad privada muestra interés. Su deseo es el de ponerlo a la venta este año 2017.
Además de El proceso, Rudy suma otros libros pendientes de publicación, uno crítico con el ayuntamiento de ses Salines entre 2005 y 2007, otro sobre el comportamiento de los alemanes cuando disfrutan de vacaciones en Mallorca y un tercero de carácter más artístico, Four short stories.
Durante años, Rudy ha sido secretario y presidente de la Associació de Cas Perets (histórica zona rural). Hace un llamamiento a los jóvenes para que se involucren acticamente. Teme que pueda disolverse a finales de año la entidad, si bien anuncia que "si se llega a esta punto montaremos una gran fiesta de despedida".
