El centro de Manacor podría convertirse en breve en un codiciado espacio hotelero de interior. El departamento de Urbanismo ha recibido decenas de consultas en los últimos cuatro meses, en referencia a las posibilidades que las normas actuales y el plan de ordenación futuro, ofrecen para el desarrollo de estos proyectos, la mayor parte de ellos de lujo. "Si bien de momento todos los movimientos son de carácter informal y no hay peticiones concretas", informan, "es posible que los permisos de actividad se soliciten después de las reformas, con lo que algunos permisos de obra podrían desembocar en este tipo de establecimientos", señalan desde el consistorio manacorí.

En estos momentos, la zona más demandada y en la que se encuentran algunas de las mayores viviendas históricas en venta, propicias para ser transformadas en establecimientos hoteleros, es la que tiene como centro la plaza de sa Bassa y cuya zona de influencia abarca desde el carrer de n´Amer hasta la plaza des Convent, pasando por la plaza Constitució.

Por lo que respecta a los precios de los inmuebles ofertados, la mayor parte se encuentra en una franja que va de los 775.000 hasta más de un millón de euros, dependiendo de la superficie construida y de las obras de reforma pertinentes. Son casales señoriales de principios del siglo pasado que aún mantienen la estructura de estancias, patios y escaleras propias de hace cien años. No cabe duda que la apertura de franquicias multinacionales y de la academia tenística de Rafel Nadal han ayudado al interés del sector privado.

En estos momentos en el núcleo urbano de Manacor tan solo existe un hotel, Can Guixa, inaugurado como pensión en 1948 en la calle Foners, de cinco habitaciones y un bar. Dos años después ya se trasladó donde está ahora, un edificio de tres plantas en la plaza de s´Antigor. En aquellos años Manacor era un mercado en expansión en el que abrieron hasta seis pensiones y hostales.

Todavía no hay concretada ninguna compra, pero se sabe que el interés ha surgido más por parte de pequeños y medianos emprendedores que por la de grandes cadenas hoteleras, que preferirían inmuebles de más habitaciones.