Miembros del grupo especial de actividades subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) recuperaron ayer, a unos cinco metros de profundidad, los cuerpos de dos tortugas marinas Caretta Caretta atrapadas en una red de pesca ilegal, en una zona próxima a Sa Font de Sa Cala, en Cala Rajada (Capdepera).

Una vez que hubieron comprobado que las tortugas estaban ya muertas, los submarinistas recuperaron la red y trasladaron todo lo encontrado hasta el puerto del núcleo costero, según explica el propio cuerpo de seguridad. Allí, los biólogos de la Fundación Palma Acuarium se hicieron cargo de las dos pequeñas tortugas, de unos 30 centímetros de longitud y con una edad aproximada de entre cinco y seis años, para poder realizar un estudio más pormenorizado de ambos ejemplares.

Las tortugas Caretta Caretta pertenecen a una especie protegida por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y están incluidas en la Convención para el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) debido a su baja tasa de reproducción. Habitan en el océano Atlántico, Pacífico e Índico, así como en el Mediterráneo. Las hembras tienen un promedio de cuatro puestas de huevos y luego pasan por un periodo de sequía durante dos o tres años. Las adultas miden de promedio unos 90 centímetros de largo con un peso de 135 kilos.

La Guardia Civil, de forma patralela, ha empezado a recoger información entre los pescadores y bañistas de la zona, para investigar la procedencia de la malla y poder de esta forma localizar al propietario.