Lo que puede parecer un pequeño conflicto puede acabar en un incidente grave si los implicados llegan a mayores pues ayer una embarcación artesanal de pesca salió en busca de un arrastrero para impedir que faenase en su caladero. La cosa no pasó de ahí, pero existe un creciente malestar entre los pescadores de arte menor a causa de lo que consideran un atropello por parte de una barca de bou, que, aunque actúa amparada por la ley, aseguran que les causa graves perjuicios.

Existe, desde hace décadas, un acuerdo entre varias cofradías de Menorca y del Nord y Llevant mallorquín por el cual los barcos de arrastre se abstienen de pescar en los caladeros donde tradicionalmente los pescadores artesanales faenan la langosta durante los meses de verano, según explica Pedro Mercant, patrón mayor de Cala Rajada y también patrón de un arrastrero. "Los pescadores de arrastre lo consideramos una especie de veda voluntaria para dejar pescar a las barcas pequeñas la langosta y así también se recupera un poco nuestro caladero invernal", indica.

No obstante, la normativa no impide que los barcos mayores puedan faenar en el lugar y en ello se ampara el armador de un arrastrero, con base en Cala Rajada, para hacerlo.

Según explican fuentes de la cofradía de pescadores de Sant Pere, del Port d´Alcúdia, "el problema es que al arrastrar por el fondo pasa por encima de las redes langosteras (torn, en el argot pesquero local) y las destroza". El coste de un torn, de unas 25 redes, puede alcanzar un coste de unos 2.500 euros.

Denuncias

Según la mencionada fuente, se han interpuesto ya cuatro denuncias ante la Guardia Civil por la presunta rotura de redes de barcas de arte menor.

La conselleria de Medio ambiente, competente en temas de pesca en aguas interiores, manifestó ayer a Diario de Mallorca que está informada de la situación de enfrentamiento. Pescadores de cofradías que usan los caladeros de langosta, como las de Ciutadella, Maó, Alcúdia, Pollença o de la propia Cala Rajada, piden la intervención del Govern para que de "alguna forma arbitre una normativa oficial que regule la pesca de langosta y se evite el conflicto". Sin embargo, la Conselleria explicó ayer que sucede en aguas exteriores con "lo que las competencias corresponden al ministerio de Agricultura y Pesca".