La exoneración a la que aspira el ayuntamiento de Santanyí, por lo que respecta al saneamiento de cinco de sus núcleos costeros, puede estar revestida de informes técnicos serios y contar con la complicidad orográfica de las zonas afectadas. Sin embargo, dado que no se ha producido un terremoto ni otras alteraciones naturales, nada ha cambiado en Cala Llombards, s´Escaleta y los otros lugares.
Todo se va al pozo negro porque el Ayuntamiento solo ha mirado a Cala d´Or confiando en que los destellos del núcleo insignia deslumbrarían y permitirían tolerar todo lo demás.
No hay saneamiento debido a que los sucesivos ayuntamientos no lo han preparado ni exigido y han permitido la construcción anárquica. En vez de enmendar la plana, el consistorio de Galmés practica la evasiva de la gestión y de la responsabilidad municipal. Por lo visto, dado el caso de Santanyí, estar saneado en lo económico no significa estarlo también en lo higiénico y medioambiental. Tampoco en la capacidad de gestión ni en la responsabilidad.
