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Patrimonio

Paralizan las obras de la muralla de Alcúdia por la quiebra de la constructora

El Ayuntamiento evalúa los costes del proyecto que queda por ejecutar y sacará a concurso una nueva licitación

Imagen de algunos trabajos de excavación en el antiguo foso de los baluartes del Rei y de la Reina en las murallas de Alcúdia. Pep Córcoles

Las obras de excavación y restauración del tramo más antigo de murallas de Alcúdia está paralizado. La empresa constructora responsable de ejecutarlas ha entrado en quiebra y se han tenido que suspender los trabajos.

El contratista contrajo una deuda con la Seguridad Social que le ha sido imposible satisfacer. El organismo estatal notificó al Ayuntamiento el embargo de las certificaciones pendientes de pago a la constructora para cobrar parte del débito contraído. Sin posibilidad de cobrar los trabajos, la empresa se ha visto obligada a declararse en concurso de acreedores.

Antoni Mir, alcalde de Alcúdia, explica: "Es un asunto totalmente ajeno al municipio pero que indirectamente nos ha afectado mucho. Calculo que restan un 30% de los trabajos por ejecutar y se debe hacer una valoración del coste que supone".

Los técnicos municipales están trabajando ahora en la valoración para licitar de nuevo la parte restante del proyecto. El alcalde precisa que "cumpliendo los plazos legales se podría haber licitado en unos tres meses aproximadamente". La estimación municipal es que la obra habrá sufrido un retraso de un año aproximadamente debido a la quiebra del primer contratista. Mir piensa que la obra podría estar finalizada en abril "o mayo, como mucho, del año próximo".

El proyecto referido se centra en el segundo anillo de murallas de la ciudad. Los muros y fosos renacentistas (del siglo XVI) van recobrando parte de su antiguo esplendor con las grandes obras de excavación que llevaban a cabo. Se trata de los muros de los antiguos baluartes del Rei y de la Reina.

Excavación

Los trabajos efectuados habían excavado los viejos fosos. Éstos se encontraban soterrados y llenos de escombros, de forma que hasta hace un año solo se apreciaban de la muralla unos pequeños muretes muy derruidos. La zona ha sido utilizada como aparcamiento precario durante años.

Los trabajos pusieron al descubierto, en una de las zonas, un enorme foso de más de diez metros de ancho y unos dos metros de profundidad. Bajo el foso se encuentra también una vieja cantera de marés que, en opinión de los arqueólogos, merece ser recuperada.

También se ha eliminado el arbolado que afectaba a la construcción y se ha reconstruido la parte que podía presentar peligro con piedras y mortero.

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