Si la educación es un pilar fundamental de la sociedad, el pueblo de s'Alqueria Blanca, en el municipio de Santanyí, puede presumir de un libro que repasa profundamente la trayectoria formativa de generaciones y generaciones de vecinos. Se titula Història de l'ensenyament a s'Alqueria Blanca i Portopetro (1750-2017). El autor es Jaume Rigo Rigo (s'Alqueria Blanca, 1963), diplomado en magisterio aunque ha trabajado siempre en la banca. Ha colaborado en diferentes medios de comunicación y en 2009 también publicó el libro 75 anys de futbol a s'Alqueria Blanca, 1934-2009.
La presentación de su última obra se celebrará el próximo jueves, a las 21 horas, en la placeta de ses Rocasses de s'Alqueria Blanca, en el marco de las tradicionales fiestas de Sant Roc. El encargado de realizar la introducción será el maestro Guillem Pont. Patrocinan la publicación (Impremta Adrover de Campos) el ayuntamiento de Santanyí y la Associació Cultural es Majoral.
Rigo explica que el libro pretende dar testimonio de los orígenes y la evolución de la enseñanza en s'Alqueria Blanca y Portopetro: la Escola Unitària de Nins (1833-1974), la Escola Unitària de Nines (1922-1974), la escuela o costura de las religiosas franciscanas (1860-1996), el colegio mixto, actualmente Mare de Déu de la Consolació, a partir de 1979 hasta nuestros días, y también la Escuela mixta de Portopetro (1931-1936). Se deja constancia de todos y cada uno de los profesionales de la enseñanza que han llevado a cabo su labor aquí, y también aquellas personas nacidas o residentes en s'Alqueria Blanca y Portopetro que se han dedicado de una forma u otra al mundo de la docencia.
"Si con la lectura de este libro vienen a la memoria los sentimientos, los vivos recuerdos, frescos y tal vez emotivos de la infancia escolar o etapas posteriores, si el lector se siente identificado con algún episodio de esta historia, o si incluso se siente principal protagonista, podéis estar bien seguros que me sentiré más que satisfecho", admite el autor.
Entre los múltiples nombres propios, presentes en la memoria colectiva, Teodoro Suau, Sor Ludovica y Joana Ferrer. La recopilación de fotos es reveladora.
