El ayuntamiento de Calvià y el Consell de Mallorca están analizando medidas para solucionar un problema que ha provocado quejas entre los vecinos de Costa de la Calma (Santa Ponça), como consecuencia de los malos olores que desprende la planta de compostaje que Tirme tiene en la zona.

Según informó el Ayuntamiento, la teniente de alcalde y regidora de la zona de Costa de la Calma, Mari Carmen Iglesias, y la regidora de Medio Ambiente, Francisca Muñoz, se reunieron ayer con la

consellera de Medio Ambiente del Consell de Mallorca, Sandra Espeja. Al encuentro también asistieron el director de Medio Ambiente de Calvià 2000, Pedro García, Rafael Guinea, director general de Tirme, y su directora de Medio Ambiente, Amalia Cerdá.

Durante la reunión, se habló de los inconvenientes que genera este problema de malos olores a los vecinos de la zona, al tiempo que ambas partes se emplazaron a mantener contactos de carácter técnico "para ver qué iniciativa puede ser la mejor para dar respuesta al problema". Desde el Consistorio se han mantenido diferentes reuniones con los vecinos para abordar este tema.